Un nuevo proyecto para revitalizar el entorno del Hospital Provincial

A apenas 140 metros del edificio del antiguo Hospital Provincial, que albergará en breve el Museo del Realismo Español, se encuentra un terreno con mucho futuro. Tanto es así que ya ha sido aprobado el proyecto de construcción con el que, muy probablemente, se pondrá otro grano de arena más para la revitalización de esta zona del Casco Histórico de Almería: dos antiguos inmuebles de la calle Atarazanas, abandonados y en estado de ruina, se transformarán en la futura casa de hermandad del Rocío de Almería.

En la tarde del pasado sábado, los hermanos del Rocío de Almería tenían una cita histórica: una asamblea extraordinaria para aprobar el proyecto elaborado por el arquitecto almeriense y hermano de la filial rociera Juan Benavides. Se trataba de un paso clave en un largo camino.  Tal y como aprobó en junio de 2022 la Hermandad del Rocío de Almería, la filial rociera adquirió dos edificios situados en esta céntrica vía de la ciudad para sumergirse en el gran proyecto de la corporación con sede en San Pedro de los últimos 35 años: la construcción de su propia Casa de Hermandad.

Tras hacerse con los números 24 y 26 de la calle Atarazanas y derribar los dos viejos inmuebles, el proyecto se enfrentó a un leve escollo: los restos arqueológicos hallados en el terreno donde se construirá la nueva sede. No obstante, y con la aprobación correspondiente de Cultura, el proyecto rociero sigue su camino. Han tenido que pasar 35 años para que la corporación filial tenga su propia casa de hermandad y dejar atrás los tiempos del alquiler, primero en la calle Juan Lirola y actualmente en la calle Murcia.

No obstante, hasta dar con este enclave en la calle Atarazanas ha tenido que pasar tiempo, mucho tiempo. No en vano, uno de los puntos importantes del proyecto es que albergara, en su interior, la carreta con la que la hermandad rociera lleva hasta Almonte al Simpecado. Por sus dimensiones, no valía ningún inmueble ya construido. Así, tras más de cinco años de búsqueda, los dos inmuebles de la calle Atarazanas, su derribo y la construcción de una sede propia pasaban a ser la solución perfecta.

El proyecto

Finalmente, este sábado un grupo de más de 80 hermanos reunidos en la Casa Sacerdotal San Juan de Ávila aprobaban por mayoría absoluta el proyecto elaborado por el arquitecto almeriense Juan Benavides, así como el sistema de financiación con el que la Hermandad del Rocío de Almería hará frente al coste de la construcción.

Se trata de una construcción de tres plantas que recogerá todo lo necesario para la vida habitual de una hermandad tan singular. En la planta baja será donde se encuentre la zona de ocio, con su correspondiente salón de reuniones, barra y cocina. Pero sobre todo, esa planta baja será el lugar que acoja la carreta del Simpecado almeriense. De hecho, esta joya patrimonial podrá disfrutarse desde la calle: un gran portón acristalado, en el punto más al norte del edificio, permitirá ver la carreta.

Y precisamente de patrimonio rociero se llenará esta casa de hermandad en su entreplanta: será el futuro museo de la hermandad, donde se colocarán las vitrinas con las piezas artísticas que atesora la filial tras casi cuatro décadas de intensa vida. Además, en la entreplanta también se podrá contemplar la parte más alta de la carreta. Al fondo habrá una galería desde la que se podrá ver el salón de la parte baja.

Por último (pero no menos importante), la tercera planta será la que acoja las oficinas de la hermandad. En concreto, se tratará de una sala de unos 100 metros cuadrados en la que se distribuirán diferentes despachos y oficinas. 

Tal y como se puede comprobar en las imágenes que acompañan a este artículo, desde el exterior llamarán la atención dos detalles: ese gran portón acristalado desde el que se podrá contemplar la carreta y, además, el remate de la gran fachada blanca del edificio, en el que destacará la inconfundible silueta de la Virgen del Rocío. 

"Para mí es una alegría, un orgullo... Como hermano, como arquitecto... Es un asunto que todos los hermanos estamos con muchas ganas, porque han sido muchísimos años, dándole vueltas, buscando dónde irnos...", explica a LA VOZ Juan Benavides. "Lo más importante para nosotros era poder poner la carreta dentro de la casa de hermandad y eso no era fácil encontrarlo en una casa que ya estuviera construida", recuerda el arquitecto y cofrade.

El futuro

Sin lugar a dudas, la construcción de un nuevo enclave que acogerá muy distintas actividades en el entorno del Hospital Provincial ayudará a revitalizar la zona. "Esperemos que la zona así se revitalice, porque ha cambiado mucho", explica Benavides. "Ahora espero que el Hospital Provincial dé un cambio radical  y este es nuestro un pequeño grano de arena. Dos casas deshabitadas y en estado de ruina y que ahora lleguemos nosotros y metamos allí determinados días gente y ambiente... Es una forma de darle a eso impulso", analiza el arquitecto.