En los 500 años de historia de la Catedral han sido algunas las hermandades que han radicado en ella. La Cofradía de Estudiantes es una de esas hermandades que tiene en la Catedral su sede canónica desde su fundación en 1944, por lo que en breve se cumplirán 80 años de relación.
Fundada por estudiantes en el Instituto de Enseñanza Media de Almería, seguramente fue su primer Director Espiritual, el canónigo D. Andrés Pérez Molina, quien hizo posible que los Estudiantes se incardinaran en la Catedral. Al estar ubicada allí, en ella se bendijeron sus imágenes titulares: el misterio de la Oración en el Huerto en la capilla del Sagrario en 1945, y la Virgen del Amor y la Esperanza en el altar mayor en 1946. Allí reciben culto ambas imágenes, primero en el ahora baptisterio y últimamente en la capilla de San Ildefonso, y desde entonces, Catedral y Miércoles Santo son la clave espaciotemporal de la Semana Santa de Almería.
Con la crisis postconciliar, a partir de la segunda mitad de los años 60 de siglo XX, llega el debilitamiento y desaparición de las hermandades de la ciudad, quedando un último reducto cofrade tras los muros de la Catedral y con la Cofradía de Estudiantes como única comunidad de acogida medianamente viva. Y fue en la Catedral donde el canónigo archivero D. Juan López Martín reunió a un grupo de adolescentes con la encomienda de revitalizar a las ya inertes o agonizantes cofradías; fue en la Catedral, en su claustro, donde los Estudiantes celebraron las primeras cruces de mayo de nuestra época, fue en la Catedral donde la renovación estética de nuestra Semana Santa vino propuesta desde el palio de la Virgen del Amor y la Esperanza.
Hay dos momentos del año en los que la Esperanza, la Virgen de los Estudiantes, resplandece especialmente en la Catedral. Uno de ellos es en Cuaresma y Semana Santa, cuando se prepara y espera su salida en procesión el Miércoles Santo. El otro es en Adviento y Navidad, cuando se celebra su día esperando el nacimiento de su Hijo Jesús. Cada 18 de diciembre, la Catedral abre sus puertas para poder contemplar la mayestática presencia de la Virgen del Amor y la Esperanza a la misma altura de nuestros ojos; la Virgen baja a acercarse, a buscarnos. Durante esa jornada, cientos de fieles de todas las edades pasan para besar su mano, para sentirla muy cerca, para pedir un poco de salud o para agradecer esa gracia concedida. Y hay cruces de miradas tan intensos que condensan en apenas un segundo una historia larga de contar.
¿Dónde está el origen de este besamanos? Tradicionalmente, la Virgen de la Esperanza ha sido la patrona de la Asociación Española contra el Cáncer y de los Colegios Oficiales de Agentes Comerciales. En Almería, ambas entidades conmemoraban a su patrona el 18 de diciembre en el Santuario de la Virgen del Mar. Pero en 1965 se produjo un cambio y, mientras que el Colegio Oficial de Agentes Comerciales de Almería mantuvo sus celebraciones en la Patrona, la Junta Provincial de la AECC en Almería las trasladó a la Catedral, siendo presidida la primera de ellas por el obispo D. Alfonso Ródenas. Un año después, el 15 de diciembre de 1966, el Obispo D. Ángel Suquía compuso una oración para la Virgen del Amor y la Esperanza en la que la misma aparece ya como patrona de la Junta Provincial de la AECC de Almería. Y en 1968 la prensa especifica que la Virgen de los Estudiantes se encontraba en el altar durante la celebración. Así se fue consolidando el 18 de diciembre como un día festivo para los Estudiantes fuera de los propios de la Cuaresma, hasta que en 1971 la prensa hace referencia por primera vez a la celebración de un “tradicional” besamanos tras la celebración de la misa.
Cuando apenas falta un año para que comience el Jubileo de la Esperanza, podemos estar seguros de que en la Catedral siempre podremos encontrarla, irradiando su luz de Amor que brilla especialmente cada Miércoles Santo y cada Adviento.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/284/el-contador-cofrade/268247/la-catedral-de-almeria-la-cofradia-de-estudiantes-y-la-virgen-de-la-esperanza