El inicio del curso cofrade ha venido con un terremoto debajo del brazo. Ya saben, un informe técnico del Ayuntamiento desaconseja la carrera oficial aprobada (no sin polémica) por la Agrupación y envía gentilmente a las cofradías a empezar su recorrido hacia la Catedral en los alrededores de la plaza de San Pedro (sin usar la calle Ricardos, para no ahogar al parking ni a sus usuarios). Todo, por el quebradero de cabeza que supone, primero para la movilidad de la ciudad y después para el movimiento de las cofradías, las obras llamadas a revolucionar el Paseo de Almería. Pero el problema de las obras del Paseo no está en el Paseo, sino en cuestiones como los alrededores, la incertidumbre y la falta de concreción. Vayamos por partes.
Lo de los garajes
El principal argumento para aniquilar la opción de la calle General Tamayo es que la plaza de los Burros no es transitable porque es el acceso a aparcamientos privados. La razón para no permitir que la calle Ricardos sea acceso a la carrera oficial en la opción de San Pedro es que en la plaza hay un garaje. Bien. La pregunta es bastante obvia: ¿esos garajes nunca se han visto afectados otros años en Semana Santa? Los de la plaza de los Burros, sin ir más lejos, situados en paralelo al tramo de carrera oficial del Paseo de Almería, quedan inutilizados en la práctica durante las tardes cofrades. ¿Qué diferencia hay?
En el caso del parking de la plaza de San Pedro, la paradoja no es por comparación con otros años, sino con otros garajes: la nueva carrera oficial pseudo impuesta por el Ayuntamiento pasa por delante del parking privado del Hotel Torreluz, situado en la plazuela de la calle Real (además de otros situados en callejas adyacentes). ¿A ese parking no se le molesta? ¿Se tienen en cuenta unos pero no otros? Para mantener coherentes ciertos argumentos, habría que mandar la carrera oficial al Recinto Ferial. Y aun así, estorbaría.
La plaza Circular, ¿otro dolor de cabeza?
Las sorpresas no cesan cuando mezclamos obras en el Paseo y Semana Santa. Y una de ellas es que, quizás, no se sabe, a lo mejor, puede ser, en el peor de los casos, la plaza Circular también esté en obras en plena Semana Santa. Esta zona también forma parte de la reforma integral del Paseo y existe la probabilidad de que no sea posible utilizarla por las cofradías.
Más allá del problema que supondría para el Encuentro, uno de los actos cofrades más multitudinarios de la Semana Santa almeriense, este corte será un obstáculo difícil de salvar por las cofradías del Sur: Encuentro, Gran Poder, Pasión y Caridad tendrían que hacer una auténtica yincana para salvar las obras y acceder al Casco Histórico, esquivando la plaza Circular al cruzar la Rambla y buscando la calle Juan Pérez Pérez para adentrarse en el centro e ir hasta la Catedral. Lo peor de todo es que no se sabe qué pasará.
Más certezas, menos incertidumbre
Efectivamente, el problema de todo lo relacionado con las obras del Paseo de Almería es la incertidumbre que hay a su alrededor cuando se supone que faltan menos de 3 meses para que arranquen (y exactamente a 6 meses del Domingo de Ramos). Y no es algo que afecte solo a las cofradías, obviamente. ¿Qué calles se podrán usar? ¿Se levantará desde la Puerta de Purchena hasta la Plaza Circular al mismo tiempo y será impracticable todo desde el mismo mes de enero? Quizás son preguntas que tengan respuesta una vez licitada la obra; quizás tendremos que esperar a ir viéndolo; quizás son preguntas que ya tienen respuesta (pero no se les ha transmitido a las cofradías, a quien se les aseguró desde el Ayuntamiento que se podría cruzar desde General Tamayo y desde Navarro Rodrigo, cosa que luego ha resultado no ser verdad).
De hecho, lo cierto es que las obras estarán licitadas en torno a Navidad y es la empresa que gane esa licitación la que debe establecer la planificación de las obras, los tramos, los ritmos... Así, todo lo enviado por las cofradías para el 10 de noviembre puede ser papel mojado si implica acercarse lo más mínimo al Paseo.
Las cofradías necesitan certezas sobre las obras del Paseo. Tienen hasta el 10 de noviembre para entregar recorridos y horarios, una auténtica utopía sin saber a día de hoy por dónde podrán pasar.
¿Y si no vamos a la carrera oficial?
La pregunta del millón. La que cada vez se hacen más cofradías (no diremos nombres, que no hace falta, pero ya hay más de una y más de dos que se lo han planteado como una posibilidad real). Dada la excepcionalidad de la Semana Santa de 2025, con las obras del Paseo como motivo principal, ¿y si no vamos a la carrera oficial? El que pueda, que llegue a la Catedral por donde mejor entienda. El que no pueda ni llegar, que salga por su barrio. A obras excepcionales, medidas novedosas.
De hecho, las cofradías que empiezan a rumiar esta idea no la plantean ni mucho menos como una amenaza. Si las obras suponen un muro, y no hay opciones viables para esquivarlas, lo más sensato es quedarse lejos del muro.
Todo ello, entendiendo algo que hay que grabarse a fuego, tanto los cofrades como el almeriense alejado de la Semana Santa: las obras del Paseo de Almería no son unas obras cualesquiera. La magnitud del proyecto tiene tal envergadura que, de forma inevitable, cambiará el día a día y lo habitual de la Almería que conocemos en cierto sentido. Y no queda otra que entenderlo.
Por ahora, el Ayuntamiento ha citado a los hermanos mayores el próximo miércoles, 16 de octubre, a las 19 horas, a una reunión.
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