La despedida de Vasyl Diakiv, el cura ucraniano más almeriense

Se va. La noticia ha caído como un jarro de agua fría entre las distintas comunidades a las que ha ayudado en los últimos cinco años. El padre Vasyl Diakiv, el sacerdote de las comunidades ucranianas católicas de rito bizantino en Almería y Huércal Overa, se va de Almería tras recibir un nuevo encargo que le llevará a Sevilla en los últimos días de este mes de noviembre.

Este encargo es un ascenso que viene a reconocer, sin duda, el excelente trabajo de un hombre cuya bondad y humildad han calado en la sociedad almeriense. Actualmente secretario del obispo de Almería, Diakiv será dentro de unas semanas arcipreste de las comunidades ucranianas católicas para toda Andalucía y Murcia.

En sus últimos días en Almería, el padre Vasyl Diakiv recibía el pasado viernes un homenaje que congregó a cientos de personas en la iglesia del Sagrado Corazón, convento de las Esclavas del Santísimo Sacramento. Una amplia representación de las comunidades ucranianas, las hermandades de Pasión y la Macarena, la comunidad parroquial de San Ildefonso, del Camino Neocatecumenal, la Asociación de Fieles Providentia, las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, las Siervas de María y el Ayuntamiento de El Ejido arroparon (y sorprendieron) a este sacerdote que, tras cinco años en Almería confesó cumplir a rajatabla con el refrán: llegó a Almería llorando tras dejar a su familia a miles de kilómetros y se va de Almería llorando, dejando a la familia formada durante todo este tiempo para ir a Sevilla. 

Más allá de su trabajo sacerdotal como director espiritual, el vínculo de Vasyl Diakiv con Almería se reforzó tras el inicio de la guerra de Ucrania: Diakiv lideró el apoyo a sus compatriotas desde Almería, además de la acogida a ciudadanos ucranianos refugiados en la provincia. El sacerdote, con la inestimable ayuda de don Ramón Garrido, congregó a cofradías y a buena parte de la sociedad almeriense para ayudar a Ucrania en el comienzo de la invasión rusa. 

Tímido hasta el extremo, Vasyl Diakiv deja Almería siendo todo un ejemplo de caridad cristiana, auténtica humildad y con olor a oveja como buen pastor rodeado de los suyos: ucranianos y almerienses. Se lleva, además, regalos de despedida como un cuadro del pintor Raúl Berzosa ('Humildad y Paciencia') o una Virgen de la Paz que le fue entregada tras la misa que él mismo presidió en las Esclavas, acompañado de Ramón Garrido y José María Sánchez. 

Una cena en El Candelero puso punto final al inicio de la despedida de Vasyl Diakiv, que la próxima semana recibirá en Almería al obispo de su diócesis ucraniana de origen y que ya será, por y para siempre, un cura bueno ucraniano y de Almería.