La tarde del 8 de septiembre de 2015 el sistema de protección de víctimas de violencia de género emitió una alerta en la localidad de Alhabia. La pulsera de seguimiento GPS situaba a F. M. a pocos pasos de su ex esposa, muy por debajo de los 300 metros establecidos en la orden de alejamiento. La Guardia Civil acudió a la localidad y arrestó a F. M., de 75 años de edad y enfermo de Alzheimer, por quebrantamiento de una condena dictada por el Juzgado de Violencia de Género de Almería.
Sin embargo, frente a la evidencia de una alerta tecnológica emitida por un sistema de control GPS, que posicionaba a F. M. a unos 30 metros de la víctima, el Juzgado de lo Penal número Cinco de Almería protege la presunción de inocencia y absuelve al acusado por falta de pruebas.
Según la sentencia dictada por el magistrado Manuel José Rey Bellot, no hay testigos de la presencia de F. M. dentro de la denominada “zona de exclusión” y el seguimiento del GPS puede producir errores en espacios cortos.
El tamaño
La localidad es demasiada pequeña y la prueba insuficiente para dictar una condena contra el acusado, defendido por el letrado Marcelo Quílez Ochoa. “No se ha acreditado que el acusado se acercara a su ex esposa tal día, según dejó constancia la Guardia Civil (...) antes al contrario, han declarado que sonó el dispositivo pero no se le vio en la zona de exclusión, asegurando que tal dispositivo daba errores por las dimensiones reducidas del pueblo”, recoge la sentencia del Juzgado de lo Penal número Cinco, a la que ha tenido acceso LA VOZ DE ALMERÍA.
Según el INE, el municipio de Alhabia tiene 680 habitantes. Ahora bien, los dos extremos más alejados del núcleo urbano principal apenas alcanzan los 350 metros de distancia. La orden de alejamiento respecto a la víctima de violencia de género era de 300 metros, según las diligencias.
El magistrado recalca que la alarma no es, en este caso, elemento suficiente para conculcar la presunción de inocencia, más aún sin testigos de los movimientos de un hombre con una alteración de sus capacidades cognitivas. “Más allá del resultado ofrecido por el sistema de seguimiento, no se ha demostrado la vulneración denunciada”, expone. Y añade que existían “fallos que el sistema daba por la dimensión de la población de residencia del acusado y de su ex esposa”.
El tribunal absuelve a F. M. también frente al criterio del Ministerio Fiscal. En su escrito de calificación, el fiscal pedía una condena de ocho meses de prisión por un delito de quebrantamiento de condena. Entendía que existía una riesgo para la mujer, dados los antecedentes del acusado y basaba su acusación en la mencionada alerta del sistema de seguimiento telemático por GPS. Finalmente, el tribunal acoge los argumentos de la defensa representada por Quílez, absuelve a F. M. y ordena el cese de las medidas cautelares.
47 dispositivos
El sistema de protección a víctimas de violencia de género mantiene activos 47 dispositivos de control GPS en la provincia de Almería (últimos datos actualizados hasta abril de 2016), según cifras del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Esta iniciativa establece una zona de exclusión basada en una medida judicial de alejamiento. De este modo, cuando el maltratador viola el espacio o perímetro marcado, el GPS emite una alerta y el caso pasa a manos de la Policía Nacional, la Guardia Civil o las Policías Locales convenio en este terreno. El control telemático tiene tres objetivos: favorecer la recuperación de las víctimas, hacer cumplir las condenas de alejamiento y disuadir a los agresores o maltratadores.
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