Un millar de personas conocen ya los secretos de Calar Alto

El programa de visitas guiadas ha llevado a 1.300 personas en tres meses al observatorio

Atardecer desde Calar Alto, en una fotografía de Azimuth.
Atardecer desde Calar Alto, en una fotografía de Azimuth.
Eva de la Torre
22:37 • 08 jul. 2016

Hace algo más de tres meses que se puso en marcha una iniciativa que nació con el objetivo de acercar a la población el observatorio de Calar Alto, la instalación de más alto nivel técnico y científico que hay en la provincia y el mayor observatorio astronómico de Europa continental. Desde entonces, unas 1.300 personas han realizado la visita guiada al centro, una de las actividades que ofrece Azimuth, la empresa que gestiona desde finales de marzo el desarrollo de actividades de astroturismo y divulgación en el observatorio.




La observación nocturna es otra de las actividades más exitosas y, hasta ahora, un centenar de personas han pasado una noche descubriendo el cielo desde Calar Alto. “Hemos tenido una primavera con bastantes días poco propicios para la observación y no hemos podido atender todas las peticiones. Esperamos que estos meses el tiempo acompañe”, comenta Víctor Manuel Muñoz, uno de los tres responsables de Azimuth.




Pero sin duda, es la denominada ‘astrónomo por una noche’ la que es “la joya de la corona de las actividades de astroturismo” que se desarrollan en Calar Alto, aseguran los impulsores de la iniciativa. Se trata de una experiencia única en Europa, en la que se  utiliza el telescopio de investigación profesional de 1.23 metros del observatorio, después de una charla sobre el observatorio,la astronomía y el estudio del universo y de  una cena en el mismo centro.




“Se trata de una actividad en la que el participante disfruta mucho, aunque va más despacio porque hay que compaginar las estancias con la actividad del propio centro”, explica Muñoz.




Sorprendidos
Está claro que las visitas guiadas, de hora y media de duración, son el producto más demandado. En ellas, se accede a la cúpula que alberga el telescopio de 3,5 metros para conocer cómo se estudia el firmamento. “Hay un gran desconocimiento y mucha curiosidad por saber qué se van a encontrar allí y cuando lo ven, se sorprenden por el nivel de las instalaciones. Los niños disfrutan y se fascinan con lo que ven; los adultos también”, asegura Víctor Muñoz.




Lo cierto es que, tal y como destaca este doctor en astrofísica por la Universidad de Granada, en Calar Alto se están desarrollando proyectos de altísimo nivel, como es el caso de ‘Carmenes’, que busca planetas similares a la Tierra en los que puede haber vida.




La excepcionalidad de este observatorio es defendida también por su subdirector,  Jesús Aceituno, quien afirma que el proyecto Carmenes “no puede hacerlo hoy en día ningún otro centro del mundo, ni siquiera la NASA”.




Orgullosos
Aceituno cree que Calar Alto “tiene que ser motivo de orgullo para los almerienses; pero aún hay muchos que no son conscientes de su importancia”. Por eso, las actividades que desarrolla Azimuth  desvelando los secretos del observatorio y de la investigación ligada a él son muy importantes. Todo esto sin olvidar que el astroturismo se ha convertido en un nicho de mercado con gran proyección que arrastra visitantes al resto de la provincia.


De hecho, el deseo de conocer un poco más el Universo ha provocado que las solicitudes para visitar el observatorio lleguen desde Madrid, Cataluña, Valencia, País Vasco o de la propia Andalucía; aunque también en el extranjero se ha despertado el interés por venir hasta la sierra de los Filabres y conocer Calar Alto.


Despertar vocaciones
 Se trata de un turismo científico y cultural, de experiencia, según lo define Víctor Muñoz. El visitante suele ser alguien con curiosidad por aprender, “y esto hace que nosotros estemos muy a gusto”. Además, reconoce que entre los jóvenes, la visita despierta vocación por la astrofísica, aunque “no sé si esto será bueno”, reflexiona ante la situación de los científicos en España.



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