La ola de calor respeta la capital y se acusa más en el interior de la provincia

Había coincidencia entre agencias estatales, meteorólogos, modelos predictivos y aficionados a la climatología: Almería, como el resto del país, se enfrentaba a la que podía ser la mayor ola de calor de este verano. Sin embargo lo único que ha ocurrido es que ha habido en algunas zonas una moderada subida de las temperaturas. Las máximas de esta semana apenas han estado unos pocos grados por encima de lo habitual en estas fechas del año. La media de máximas históricas para esta época del año en el aeropuerto, por ejemplo, está sobre los 31 o 32 grados, con lo que los valores alcanzados han estado solo un poco por encima.

No tanto calor
El análisis de los datos recogidos permiten ver que, en general, las temperaturas no han ido en aumento conforme avanzaba la semana y que las zonas en las que se han marcado las máximas provinciales han sido las previstas: Valle del Nacimiento, Campo de Tabernas, Valle del Almanzora, extremo noroeste provincial y zona de la capital y sus proximidades.

Las temperaturas han sido, sin embargo, bastante más bajas de lo esperado y en ningún caso se han asomado al balcón de los 40 grados, quedándose sobre 36 o 37. Además en el litoral y buena parte del prelitoral se han mantenido muy suaves, en el entorno de los 30 grados.

Lo ocurrido
Las razones de que no se hayan cumplido las previsiones son varias. En primer lugar que los vientos han sido más flojos de lo esperado, con lo que en la costa se han impuesto las brisas, que al tener origen marítimo compensan en gran medida el calor producido por la insolación.

En el interior, donde no llegan esas brisas, la baja intensidad del viento ha hecho rebajado el efecto ‘terral’. A ello se suma que ha habido nubosidad, que si bien impide que bajen las temperaturas por las noches, por el día producen el efecto contrario, impide que suban mucho.

Por otra parte la masa de aire cálido que ha afectado a la provincia no ha seguido la trayectoria prevista; se esperaba que llegara directamente desde el norte de África, pero se desplazó antes un poco hacia el oeste, con lo que ha tenido un recorrido sobre el mar, que siempre son más suaves.