Abovedado, de planta octogonal y totalmente construido con materiales naturales y ecológicos. El domo es el primer ejemplo de bioconstrucción de la provincia, pero sobre todo es un paso más en la apuesta por el medioambiente y el desarrollo sostenible que viene desarrollando el municipio de Almócita. El domo comenzó a construirse a primeros de este año y para el próximo ya estará en uso. “La obra está acabada, pero queda terminar el interior”, comentan desde le Ayuntamiento.
El domo ocupa una superficie de alrededor de 200 metros cuadrados en una de las entradas del municipio, en la parte este del pueblo, junto a la antigua carretera de la Alpujarra. Contará con un espacio principal multiusos y aseos. El alcalde de Almócita, Francisco García ha explicado que, pese a estar construido con materiales alternativos y ecológicos, el edificio contará con unas instalaciones modernas. “Tendrá vestuarios, aseos e instalación eléctrica. Eso sí, no llevará calefacción ni aire acondicionado, ya que debido a sus características arquitectónicas y los materiales con los que se ha construido no será necesario”.
Entorno natural
El uso futuro, de esta ecosala, será la realización de talleres destinados a fomentar los habitos de vida saludable de vecinos y turistas, como son los encuentros de Yogalmócita que se celebrarán el próximo mes de noviembre; talleres de gimnasia de mantenimiento...en definitiva, “será un edificio destinado a conectarnos con la naturaleza de una forma más fácil, sin barreras de ladrillos ni hormigón, entre sus usuarios y nuestro privilegiado entorno natural”.
El nuevo edificio se esta convirtiendo ya, antes de su finalización, “en un elemento distintivo para conseguir la atracción de gestores turísticos que buscan municipios ideales para el ecoturismo”, han asegurado.
Los materiales que empleados para levantar este edificio son paja, cal, arena, madera, arcilla... y el único elemento en el que se ha utilizado material no natural, por normativa obligatoria, ha sido el armazón de la base de los cimientos, que va en hierro, aunque incluso en este caso, se ha trabajado con biohormigón. “En toda la contrucción no hay nada de cemento, ni gota; el hormigón se ha hecho con cal, que es un elemento natural”, explica Beatriz Segura, la arquitecta encargada de realizar el proyecto.
Proporción áurea
El domo es un edificio saludable y que aporta sensación de bienestar por los materiales, el sistema de ventilación y la iluminación natural. Pero además, se ha construido “con la proporciones áureas, en base al número mágico 7 y con sus ocho lados orientados a los puntos cardinales. La geometría es perfecta, basada en la escala humana que es la que aporta la proporción áurea”, afirma Segura.
Dentro de los materiales utilizados, todos con certificados ecológicos; la instalación de carpintería y los materiales certificados han sido sufragadas con la aportación de 10.000 euros de la Diputación de Almería y la aportación municipal de 2.100 euros. El presupuesto total rondará los 150.000 euros, que se financian a través del Programa de Fomento de Empleo Agrario (PFEA).
En resumen, Almócita, donde ya se celebra el día sin coches y la noche de los candiles, “continua trabajando para convertirse en el municipio alpujarreño modelo de ecología, bioconstrucción, y vida saludable alternativa de la Alpujarra”.
Un abrigo de paja de 50 centímetros
En este domo, un edificio con la tipología constructiva en forma de media naranja, está todo pensado. Más allá de el uso de materiales ecológicos, la orientación, iluminación o ventilación están diseñados para ser eficientes y sostenibles y saludables. “Este verano ya se notaba que había 5 o 6 grados menos que en el exterior” y en invierno también será cálido, “tiene un abrigo de paja de 50 centímetros de grosor”, destaca la arquitecta Beatriz Segura.
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