Del ‘día de la marmota’ a las piscinas olímpicas y Canal+

Aunque los dos partidos minoritarios en la Corporación provincial, IU y C’s, tuvieron una actuación muy comedida en el Pleno extraordinario sobre Galasa, ambos portavoces manifestaron su ‘cansancio’ de tratar el futuro de la empresa mixta una y otra vez sin llegar a ningún sitio. De hecho, María Jesus Amate, la portavoz de Izquierda Unida, aseguró que parecía que “nos encontramos en el día de la marmota”. 

Sin embargo, algunas cosas nuevas sí salieron a la luz. Así el PSOE explicó que según la documentación oficial facilitada por Galasa, la empresa  distribuye anualmente 15,4 hectómetros cúbicos de agua, pero sólo factura 7,4, lo que significa que se pierde el 52% del total, 8 hectómetros cúbicos, “el equivalente a 3.211 piscinas olímpicas y más incluso de lo que recibimos del trasvase del Negratín, que son 7 hectómetros”, aseguró Lorenzo. El portavoz socialista insistió en que, si la Diputación invierte en un plan de reparación de estas fugas y “ponemos las pérdidas en un 40%, con solo ese 12% de mejora ya ahorraríamos un millón de euros”. 

Ante cada intervención de Lorenzo, Javier Aureliano García se desesperaba: “Pero dónde se han perdido ustedes en este tema. Tenemos que tomar una decisión y no hay ninguna otra solución y solo depende de ustedes”. Aunque el portavoz del PP reconoció que las medidas propuestas por los socialistas podrían ser buenas a medio plazo, recordó, una y otra vez, que no hay tiempo. “Están hablando de si renovamos el Canal+ o si cambiamos los muebles de la cocina cunado lo que va a pasar es que nos vamos a quedar sin casa”.

El portavoz del PP fue duro con los socialistas, a los que acusó de no hacer sus deberes, de llevar propuestas sin datos económicos e imposibles de votar en un pleno -algo que efectivamente ocurrió con 5 de los 6 puntos del orden del día-, de estar  haciendo “el paripé”, “engañando a la gente”, de “hablar tonterías” y de estar en manos de Adela Segura “que es la que toma la decisiones”. De hecho, tras proponerles el pacto, García les dijo: “Si quieren, hacemos un receso para que la llamen”. 

Tanto fue así que, casi al final de la sesión, García pidió disculpas por su tono más duro.  Pero con dureza o sin ella, no hubo acuerdo y el Pleno acabó como empezó: unos frente a otros.