Una cría de delfín fallece en la orilla ‘ante las cámaras’

Una cría lactante de delfín, aún viva, aparecía ayer en una de las playas del municipio almeriense de Mojácar. Un hecho inesperado que, ante un gran número de bañistas en la zona, se convirtió en el centro de atención y provocó que cientos de personas se avalanzasen sobre ella para tocarla y hacerle fotos. Situación que, finalmente, terminó con la muerte del animal antes de que miembros de Equinac pudieran socorrerla.

En este sentido, la asociación autorizada para el rescate de la fauna marina recibió un aviso del 112 Andalucía informando de una cría de delfín varada. Acto seguido, el coordinador de los socorristas de Mojácar acudió al lugar rápidamente, así como integrantes de Equinac.

Una vez allí, como apuntan desde la asociación, el socorrista “perdía los nervios” al ver a cientos de personas sobre el animal mientras que un chico, finalmente, podía llegar hasta la cría y “apartar a toda la muchedumbre”. Pero “ya era tarde”, señalan, y es que “sólo nos separaban unos minutos hasta poder llegar a ella”, una hembra de delfín listado lactante que fallecía al momento. De este modo, tras ser recogido por Equinac, se le practicará la necropsia.

Sin empatía
“Seguimos igual, no hay forma, veis un delfín vivo y la obsesión por tocarlo y fotografiarlo os hace a muchos pasar de todo; del sufrimiento y el estrés que sufren estos animales, del respeto y consideración...”, señalan en Equinac.

“Posiblemente no hubiéramos conseguido sacarla adelante, pero lo hubiéramos intentado”, insisten después de constatar, una vez más, que el ser humano “es la especie más irracional que existe”. Y es que, con un tono de enfado evidente, recalcan que “son muchos los incapaces de sentir empatía por un ser vivo solo, asustado, muerto de hambre, sin su madre y aterrorizado”. Y achacan a muchos de los presentes que “en vuestro egoísmo, lo único que queréis es fotografiarlo y toquetearlo, aunque el animal sufra por el estrés”.

Aún así, han querido agradecer al coordinador de los socorristas su trabajo y esfuerzo por apartar a la gente; a sus miembros (Álex, Adele y Jesús) por acudir rápidamente; y lamentan que no fuese la Guardia Civil la primera en llegar a la playa en lugar de la Policía.

“Nada, que lo de avisar al 112... no lo captáis. Y no os lancéis sobre los animales, por favor, tened un poquito de respeto”, recalcan una vez más.