Asprodalba, la Asociación para la Promoción de las Personas con Discapacidad Intelectual del Levante Almeriense, lleva casi tres décadas colaborando para mantener muy vivas dos de las principales tradiciones de la comarca: el Carnaval y el Día de la Vieja.
Para ello, a lo largo de todo el año, pero con especial ahínco en los meses previos, elaboran miles de huevos o cascarones y cientos de viejas, que luego venden en su tienda de la Plaza Mayor de Vera y otros locales colaboradores. Un trabajo con el que sus usuarios se divierten en los talleres y cuyos beneficios después repercuten en inversiones para la asociación: “Se cubren gastos de la entidad, sobre todo de materiales”, aclara Ignacio Martín, director de Asprodalba. Incluso, los propios usuarios deciden democráticamente en que quieren invertir las ganancias.
Durante todo el año, los usuarios del Centro Ocupacional realizan diferentes talleres, entre los que se encuentran el de elaboración de huevos de carnaval (o cascarones) y el de elaboración de viejas. Aunque no son los únicos. Cerámica, restauración de muebles, teatro, o jardinería son otros de los talleres.
Tradición en peligro
Hace casi 30 años la tradición de los huevos de carnaval casi había desaparecido. Por ello, en Asprodalba apostaron por recuperarla y elaborar en su centro miles de estos cascarones rellenos de confeti que, desde entonces, no faltan cada año en las manos de los más pequeños. Son huevos de gallina rellenos de papelillos que se suelen lanzar o se estrellan en la cabeza de amigos y conocidos para divertirse durante los días del Carnaval.
Para poder elaborar los huevos, durante todo el año colaboran las familias, los vecinos y los bares de la zona, donando los cascarones de los huevos que usan, rompiendo solo un poco la parte superior del mismo. Después, en el taller hacen confeti con folletos publicitarios, periódicos y revistas, los rellenan y los tapan con una fina capa de papel de seda. Luego, se empaquetan en bolsas de 10 unidades y se venden a 1 euro.
Este año han elaborado 7.000 huevos, aunque alguna vez llegaron hasta las 20.000 unidades. “Ahora es más difícil, porque los bares no pueden usar huevos y nos cuesta más hacernos con ellos”, explican. Por eso, cualquier pude donar las cáscaras de huevos en la tienda de Asprodalba de la plaza Mayor.
Viejas remolonas
Una de las tradiciones más autóctonas del Levante, quizás la que más, es la celebración del Día de la Vieja. Una jornada en el campo que se celebra en mitad de la cuaresma, en el que las familias ‘parten la vieja’. Se trata de un monigote realizado con cañas y papel de seda que esconde caramelos en su interior y que los niños apedrean o apalean como una piñata.
Empiezan a trabajan desde un mes antes para elaborar cientos de viejas. Este año prevén hacer 175 grandes y 100 pequeñas. Por turnos, los usuarios pasan por el aula-taller y cada uno realiza una labor diferente según sus capacidades: cortar los papeles, seleccionar las golosinas, unir en cruz las maderas que conforman el cuerpo de la vieja remolona, etc. Este año el Día de la Vieja es el 8 de marzo y en Asprodalba ya trabajan para llenar la comarca con ellas.
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