Níjar

De la detención del padre a la sudadera roja: todos los bulos del ‘caso Gabriel’

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, reclama que dejen de difundirse “noticias falsas”

Juan Ignacio Zoido, ministro del Interior, en la rueda de prensa que ofreció en Almería el pasado miércoles.
Juan Ignacio Zoido, ministro del Interior, en la rueda de prensa que ofreció en Almería el pasado miércoles.
Rosa Ortiz
01:00 • 08 mar. 2018

El ministro Juan Ignacio Zoido reclamó ayer desde Bruselas “que no se difundan bulos”  sobre la desaparición del menor de ocho años Gabriel Cruz, porque alteran y perjudican la investigación de la Guardia Civil. El titular de Interior, que estuvo el miércoles en Almería y se reunió en Las Negras con Ángel Cruz y Patricia Ramírez, padres del niño desaparecido, aseguró que sobre el terreno se mantiene “el mismo” dispositivo de búsqueda y que la investigación continúa para aclarar su caso.




“Puedo garantizar que el dispositivo que hay, tanto de búsqueda como en la investigación de la desaparición del menor, sigue siendo el mismo dispositivo que estaba establecido en el día de ayer”, explicó el ministro en declaraciones a la prensa en Bruselas, donde participaba en una reunión con sus homólogos de la Unión Europea. “No hay ninguna novedad en el caso y la Guardia Civil sigue trabajando en la investigación con rigor y, sobre todo, con la profesionalidad que acredita a la institución”, señaló.




Y tras ello insistió en que no se difundan bulos y que se “sea riguroso” en cada una de las informaciones publicada del caso. “Porque difundiendo bulos estamos perjudicando, sin duda alguna, la investigación por parte de la Guardia Civil, pero al mismo tiempo también le creamos una mayor sensación de angustia a la familia”, subrayó. 




Noticias falsas
Sin embargo, la lucha contra las noticias falsas que rodean al caso, informaciones no contrastadas que se vuelcan en las redes sociales o que trasladan algunos medios de manera irresponsable y que, en pocos minutos, se convierten en virales, se ha convertido uno de los caballos de batalla contra el que luchan los investigadores desde que desapareció Gabriel. 

A lo largo de estos días se ha dicho, por ejemplo, que el padre del menor había sido detenido -lo afirmaron con contundencia algunos medios el jueves por la mañana y tuvieron que retractarse de inmediato-; que el niño “ni siquiera había salido de casa de la abuela en Las Hortichuelas” (esto se contó en un WhatsApp que llegó a cientos de personas); que los padres habían sido detenidos al día siguiente de la desaparición del menor (ambos dos, únicamente porque fueron llamados a la Comandancia a ampliar su declaración); que la investigación estaba centrada en Ana, la actual pareja de Ángel Cruz, padre del niño, de quien se dijo el miércoles que había sido detenida y trasladada a la Guardia Civil (a Zoido se le preguntó por esto en un programa que emitía la rueda de prensa del ministro en directo); que ayer se había registrado la vivienda de un familiar del hombre en prisión acusado de acosar a la madre del pequeño (extremo desmentido por la investigación); que a Gabriel se lo habían llevado “unos marroquíes en una furgoneta blanca” (circunstancia que provocó algunos altercados en la zona de Campohermoso que la Guardia Civil se vio obligada a frenar de inmediato); que había aparecido la sudadera roja que vestía el menor -cuando, en realidad, era el trozo de un bidón de plástico rojo tirado a pocos metros de la planta depuradora de Las Negras-; que un “testigo muy fiable” había visto la mañana de la desaparición de Gabriel a Diego F., el acosador de Patricia Ramírez, meter en un coche un hacha, una pala y una bolsa de grandes dimensiones; que Gabriel había aparecido (vivo o muerto, por redes sociales han circulado ambas versiones); que el ministro Zoido venía a Almería “a dar un bombazo” y a anunciar detenciones; que un perro llamado ‘Fuego’ (el perro es propiedad de un particular y no tiene nada que ver con ‘Elton’ y ‘Ator’, los canes de la Guardia Civil que sí han investigado sobre el terreno de manera infructuosa) había detectado el rastro de Gabriel en una casa cueva donde viven unos marroquíes (de nuevo, la cuestión étnica en escena) y que dos hombres habían sido detenidos en la Autovía del Mediterráneo cuando trataban de huir -igualmente, todo desmentido por la Guardia Civil- o que la camiseta que se encontró entre unos cañaverales cerca de la depuradora “estaba como recién planchada”. 




“Cuando todo esto pase, habrá que hacer una reflexión sobre la cantidad de disparates que se están contando sobre el caso”, comentaron ayer a este periódico fuentes de la investigación. 

De momento, lo único constatable es que el acosador de Patricia Ramírez estuvo y sigue estando entre los investigados (en su caso, su madre y un amigo aguantan su coartada y dicen que no salió de Antas aunque la pulsera GPS que llevaba puesta fue manipulada durante la franja de tiempo que desapareció el niño) y que la camiseta (con serias dudas de que fuera la que vestía ese día el menor) tenía el ADN del niño. El resto, por ahora, son conjeturas cuando no meras invenciones. 







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