Guardia Civil investiga presunto acoso escolar a un niño de 13 años en Roquetas

La Guardia Civil investiga un presunto caso de acoso escolar a un menor de 13 años en el IES Turaniana de Roquetas de Mar a raíz de la denuncia interpuesta por el padre, que el pasado miércoles detalló varios presuntos episodios de agresión por los que el niño ha tenido que ser atendido en un centro de salud con la expedición de hasta “cinco partes de lesiones”.  La denuncia fue presentada por el progenitor en la tarde del miércoles ya que agentes de la Policía Judicial contactaron con él después de que hiciese pública la situación vivida por su hijo desde principio del curso.

En la denuncia, a la que ha tenido acceso LA VOZ DE ALMERÍA, el padre del menor, que cursa 2º de ESO en el citado centro escolar, relata que su hijo “ha venido sufriendo el acoso y agresiones constantes por parte de algunos alumnos” del instituto. Los hechos comenzaron en octubre del año pasado, según contó el padre del niño, “con una agresión física que consistió en una patada en la boca que le provocó una fuerte inflamación”.

El menor fue atendido en el Centro de Salud de Roquetas “donde le expidieron un parte de lesiones”. La agresión “fue puesta en conocimiento del centro” por parte del padre del menor, que facilitó los “datos” de los alumnos presuntamente responsables de los hechos: cuatro adolescentes “de raza subsahariana” de entre 14 y 16 años y estudiantes de 3º de ESO. “El que llevaba la voz cantante tenía una llamativa cresta amarilla”, se refiere el padre del menor en la denuncia.  En noviembre, un mes después de producirse la primera agresión, siempre según su versión, la dirección del centro se puso en contacto con él para informarle que el caso se ha cerrado porque no se considera de gravedad y “porque no existe acoso escolar”.

Sin embargo, un mes después, los mismos cuatro alumnos “vuelven a agredir” al menor, golpeándole contra una barandilla. El suceso le causa lesiones en una costilla. “Al igual que en la anterior ocasión, el hombre acude con su hijo al Centro de Salud donde le expiden otro parte de lesiones. Igualmente, vuelve a poner en conocimiento del instituto dichos actos. Nuevamente le informan que volverán a abrir un nuevo expediente por posible acoso escolar”, se relata en la denuncia. 

Cinco partes
En enero de 2018, el mismo grupo de menores agreden de nuevo al niño “zarandeándolo y provocando que se golpeara fuertemente un codo contra la pared”. De nuevo, es llevado por su padre al Centro de Salud, que cursa un nuevo parte más. En el instituto le dicen al padre “que no abren un nuevo caso porque sigue abierto el anterior”.

Un mes más tarde de estos hechos, en febrero, tres de los alumnos “vuelven a achuchar al menor mientras baja las escaleras del centro escolar, provocando que caiga y se golpee en el codo”. De nuevo, en el centro médico se abre otro parte médico, el quinto en cinco meses. Sin embargo, denuncia el padre, nada de esto es suficiente para el centro que sigue sin considerar que exista acoso escolar. En Salud Mental, una psicóloga recomienda al padre que su hijo deje de acudir a clase “por estar sufriendo acoso”. Desde el 15 de marzo, el menor no ha vuelto a asistir a clase. Solo ha regresado al instituto para realizar los exámenes. 

En abril y mayo, más agresiones 

Las agresiones, relata el padre, se volvieron a producir a principios de abril y a mediados de mayo. “El día 18, otro niño subsahariano, compañero de la misma clase que mi hijo, en un momento que el profesor no se encontraba en el aula, se burló de él diciéndole que tenía la enfermedad del “memerengue” y que por eso no iba al instituto, empujándolo”. La situación fue puesta en conocimiento de la dirección del centro, que llamó la atención al presunto agresor, que reconoció los hechos y pidió disculpas al niño “por burlarse de él”.

El pasado martes, cuatro días después de esta última situación, el padre del menor se reunió con el inspector de zona en la delegación provincial de Educación para pedir que se cambie a su hijo de centro (del IES Turaniana al Sabinal). “Me dijo que no podía hacer nada”.