Los vecinos de Balerma abandonan su encierro para reunirse con el subdelegado

Los cuatro vecinos de Balerma que permanecían en un pasillo de la sede provincial de Costas han puesto fin a su encierro de unas 30 horas tras ser convocados a una reunión con el subdelegado de Gobierno, reivindicación que habían puesto sobre la mesa durante este encierro.

De este modo, ha finalizado una acción reivindicativa que arrancaba a primera hora de la mañana de ayer lunes y que ha culminado cerca de las 15.00 horas de este martes, momento en el que Antonio Berenguel, Fran Fernández, Natalia Gómez y Mari Ángeles Peramo han abandonado por su propio pie la sede de Costas.

Atrás quedan muchas horas incomodidades y de denuncia de un trato "surrealista", indican los cuatro vecinos. "Esto es un caciquismo total. Esto es lo que entienden algunos por democracia y por poder reivindicar los problemas de los pueblos. Yo creo que prohibir alimentos a las personas vulnera cualquier tipo de derecho humano. Y habrá que aclarar quien ha dado esas instrucciones. Y creo que con el hecho de que nos hayan retirado los cargadores del móvil no hay más que decir. Creo que en un calabozo te tratan mejor", apuntaba esta mañana Fran Fernández.

La situación de estos cuatro vecinos se ha ido complicando a medida que pasaban las horas y ninguno de la treintena de vecinos que aguardaban en la puerta recibía la autorización para poder acceder al edificio y proporcionarles comida, motivo por el que han registrado un escrito en Costas dejando constancia de esta circunstancia.

Y la cosa no se ha quedado ahí puesto que una de las balermeras encerradas, Mari Carmen Peramo, ha precisado de asistencia médica en el interior del edificio a eso de las 13.30 horas de la tarde. A partir de ahí, llegó la autorización para hacer entrar unos bocadillos en el edificio y unas conversaciones que han dado lugar a una reunión con el subdelegado de Gobierno para exponer la situación de la costa de Balerma.

Así que, ante estas circunstancias, Antonio Berenguel, Fran Fernández, Natalia Gómez y Mari Ángeles Peramo abandonaban la sede de Costas para dirigirse a una reunión con el subdelegado en la que esperan poder transmitir las necesidades que hay sobre la mesa en el litoral balermero.