José Antonio Arcos
07:00 • 10 oct. 2011
“Casi hemos triplicado el número de análisis que hemos tenido que hacer en septiembre de este año, en relación a septiembre de un año atrás”, comenta Elena Hernández, gerente de LAB, Laboratorio Analítico Bioclínico.
Alemania ha puesto a trabajar a pleno rendimiento a los numerosos laboratorios repartidos por la provincia. Centrales de compra y supermercados exigen análisis de todas las partidas a aquellos que quieran venderles.
La mayoría de las muestras que se hacen son análisis de residuos de plaguicidas en frutas y hortalizas para verificar que los niveles de concentración no superan los límites máximos de residuos permitidos (LMR). “Todo lo que hemos visto en Almería está limpio y respeta los límites legales”, corrobora Elena Hernández.
La provincia saca buena nota en este examen de inicio de campaña que está dictando el cliente germano, el principal del campo almeriense. Incluso firmas, como Lidl, son aún más restrictivos que la propia ley en el nivel de residuos que aceptan.
Además de los análisis de plaguicidas, también han crecido, pero en menor volumen, los análisis de fitohormonas. Del mismo modo, en este caso hay supermercados que prohiben el uso de productos que están permitidos.
Otro laboratorio de referencia que ha vivido una eclosión de pedidos este último mes es Sica Agriq, situado en Vícar. “El número de análisis ha crecido un 40% respecto al año pasado que fue un año flojo y entre un 20-30% en relación a un año normal”, señala el director general, Antonio Belmonte, “y se piden de todos los productos hortofrutícolas”.
Una veintena de laboratorios
La provincia suma una veintena de estos centros, según el registro de laboratorios de productos agrarios, alimentarios y de medios de producción agraria de la Consejería: Eycom, estudio y control de materiales; Labcolor; Alve-Gesima; A.C.C.A.; Sedesa Biocontrol; Sica Agriq; Reactiva; La Unión; Vicasol; Indalab; Laboratorio químico-microbiológico del Levante; LAB; CUAM; Aln Geotecnia; Chroma; Savia Biotech; Analytica Alimentaria; y los laboratorios de sanidad animal (La Cañada) y vegetal (La Mojonera) de la Junta de Andalucía.
Alemania ha puesto a trabajar a pleno rendimiento a los numerosos laboratorios repartidos por la provincia. Centrales de compra y supermercados exigen análisis de todas las partidas a aquellos que quieran venderles.
La mayoría de las muestras que se hacen son análisis de residuos de plaguicidas en frutas y hortalizas para verificar que los niveles de concentración no superan los límites máximos de residuos permitidos (LMR). “Todo lo que hemos visto en Almería está limpio y respeta los límites legales”, corrobora Elena Hernández.
La provincia saca buena nota en este examen de inicio de campaña que está dictando el cliente germano, el principal del campo almeriense. Incluso firmas, como Lidl, son aún más restrictivos que la propia ley en el nivel de residuos que aceptan.
Además de los análisis de plaguicidas, también han crecido, pero en menor volumen, los análisis de fitohormonas. Del mismo modo, en este caso hay supermercados que prohiben el uso de productos que están permitidos.
Otro laboratorio de referencia que ha vivido una eclosión de pedidos este último mes es Sica Agriq, situado en Vícar. “El número de análisis ha crecido un 40% respecto al año pasado que fue un año flojo y entre un 20-30% en relación a un año normal”, señala el director general, Antonio Belmonte, “y se piden de todos los productos hortofrutícolas”.
Una veintena de laboratorios
La provincia suma una veintena de estos centros, según el registro de laboratorios de productos agrarios, alimentarios y de medios de producción agraria de la Consejería: Eycom, estudio y control de materiales; Labcolor; Alve-Gesima; A.C.C.A.; Sedesa Biocontrol; Sica Agriq; Reactiva; La Unión; Vicasol; Indalab; Laboratorio químico-microbiológico del Levante; LAB; CUAM; Aln Geotecnia; Chroma; Savia Biotech; Analytica Alimentaria; y los laboratorios de sanidad animal (La Cañada) y vegetal (La Mojonera) de la Junta de Andalucía.
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