Guillermo Mirón
22:52 • 17 oct. 2011
¿Qué pasaría en el Almanzora si se marchasen todos los extranjeros y británicos residentes en sus municipios? Una pregunta similar ha sido lanzada por una asociación, denominada SOHA, formada por británicos afectados por las casas irregulares en la comarca malagueña de la Axarquía. El presidente de la asociación ha amenazado a la Junta de Andalucía, asegurando que la economía local está sostenida por los extranjeros, ante la posibilidad de que el futuro decreto de regularización no cumpla con sus exigencias y muchos de ellos opten por regresar a su país.
La similitud entre la comarca de la Axarquía y la del Almanzora en cuanto a la problemática urbanística es muy alta y, aunque la asociación principal de británicos en Almería, AUAN, no ha lanzado amenazas del estilo contra la Administración andaluza, sí que es frecuente la utilización de argumentos económicos en muchas de sus intervenciones ante la prensa o en encuentros con dirigentes políticos.
“Ya funcionábamos antes”
La mayoría de responsables de comercios en pueblos con un alto nivel de turismo residencial, como Albox, afirman que una hipotética marcha de los británicos afectaría a las ventas de su negocío, pero muchos de ellos han recordado que su tienda o local comercial “ya funcionaba antes de que ellos llegasen aquí”.
Es el caso de Manolo, un pastelero albojense que afirma haber trabajado “toda la vida sin ellos” y recuerda que los británicos también “consumen recursos relacionados con la Seguridad Social”. La preferencia de los vecinos británicos por las grandes superficies también hace que los supermercados convencionales no dependan en gran medida de extranjeros. Daniel Reche es gerente de un supermercado en la avenida principal de Albox y asegura que sus ventas “dependen un 10 o 20% de británicos”, asegurando que la mayor demanda es de “bebidas alcohólicas”.
Otros, en cambio, sí confiesan depender económicamente de clientes provenientes de Gran Bretaña. Se trata de establecimientos que ofrecen productos que los británicos no pueden encontrar en establecimientos enfocados a la comunidad anglosajona o en grandes superficies cercanas, como artículos de joyería y electrodomésticos. Antonio Martínez regenta un establecimiento que hace las labores desde juguetería hasta tienda especializada en electrodomésticos y electrónica. Según sus cálculos, hasta “un 70%” de sus ventas se realizan a británicos.
“Su gasto es bueno”
El presidente de la Asociación de Empresarios de Albox-Valle del Almanzora, José Juan Oller, ha asegurado que la desaparición de este tipo de vecino sería para sus asociados “un poco catastrófico”. Oller ha aclarado que “las rentas de los españoles son medias-bajas, mientras que ellos tienen una mayor poder adquisitivo, por lo que a pesar de que también sufren la crisis, su gasto sigue siendo bueno”. El presidente de la asociación ha sido claro. “Es una amenaza que nos pone un poco los pelos de punta”.
Poniente y Levante no temen una hipotética marcha de los ingleses
La influencia en el comercio de la comunidad británica en otros puntos de la provincia, como la comarca del Levante y del Poniente, es sustancialmente diferente a lo que ocurre en el Valle del Almanzora. En algunos pueblos del litoral, como en el caso de Mojácar, los vecinos de origen extranjero pueden llegar a suponer hasta un 55% de la población.
La presidenta de la Asociación de Comerciantes y Empresarios (ACEM) de la localidad, Karin Schröter, afirma que sin los británicos se marchasen de Mojácar “no quedaría nada”. La diferencia radica en que los extranjeros llegados al pueblo mojaquero y a otros de su alrededor, lo hicieron hace tiempo y se afincaron de manera que, en la actualidad, su integración con el resto de la población es muy notable, siendo poco probable un regreso a su país natal.
La regencia de los negocios recae de forma similar tanto en vecinos autóctonos como extranjeros y están enfocados a todo tipo de consumidores. “Hay pocas tiendas, pero son compartidos en
La similitud entre la comarca de la Axarquía y la del Almanzora en cuanto a la problemática urbanística es muy alta y, aunque la asociación principal de británicos en Almería, AUAN, no ha lanzado amenazas del estilo contra la Administración andaluza, sí que es frecuente la utilización de argumentos económicos en muchas de sus intervenciones ante la prensa o en encuentros con dirigentes políticos.
“Ya funcionábamos antes”
La mayoría de responsables de comercios en pueblos con un alto nivel de turismo residencial, como Albox, afirman que una hipotética marcha de los británicos afectaría a las ventas de su negocío, pero muchos de ellos han recordado que su tienda o local comercial “ya funcionaba antes de que ellos llegasen aquí”.
Es el caso de Manolo, un pastelero albojense que afirma haber trabajado “toda la vida sin ellos” y recuerda que los británicos también “consumen recursos relacionados con la Seguridad Social”. La preferencia de los vecinos británicos por las grandes superficies también hace que los supermercados convencionales no dependan en gran medida de extranjeros. Daniel Reche es gerente de un supermercado en la avenida principal de Albox y asegura que sus ventas “dependen un 10 o 20% de británicos”, asegurando que la mayor demanda es de “bebidas alcohólicas”.
Otros, en cambio, sí confiesan depender económicamente de clientes provenientes de Gran Bretaña. Se trata de establecimientos que ofrecen productos que los británicos no pueden encontrar en establecimientos enfocados a la comunidad anglosajona o en grandes superficies cercanas, como artículos de joyería y electrodomésticos. Antonio Martínez regenta un establecimiento que hace las labores desde juguetería hasta tienda especializada en electrodomésticos y electrónica. Según sus cálculos, hasta “un 70%” de sus ventas se realizan a británicos.
“Su gasto es bueno”
El presidente de la Asociación de Empresarios de Albox-Valle del Almanzora, José Juan Oller, ha asegurado que la desaparición de este tipo de vecino sería para sus asociados “un poco catastrófico”. Oller ha aclarado que “las rentas de los españoles son medias-bajas, mientras que ellos tienen una mayor poder adquisitivo, por lo que a pesar de que también sufren la crisis, su gasto sigue siendo bueno”. El presidente de la asociación ha sido claro. “Es una amenaza que nos pone un poco los pelos de punta”.
Poniente y Levante no temen una hipotética marcha de los ingleses
La influencia en el comercio de la comunidad británica en otros puntos de la provincia, como la comarca del Levante y del Poniente, es sustancialmente diferente a lo que ocurre en el Valle del Almanzora. En algunos pueblos del litoral, como en el caso de Mojácar, los vecinos de origen extranjero pueden llegar a suponer hasta un 55% de la población.
La presidenta de la Asociación de Comerciantes y Empresarios (ACEM) de la localidad, Karin Schröter, afirma que sin los británicos se marchasen de Mojácar “no quedaría nada”. La diferencia radica en que los extranjeros llegados al pueblo mojaquero y a otros de su alrededor, lo hicieron hace tiempo y se afincaron de manera que, en la actualidad, su integración con el resto de la población es muy notable, siendo poco probable un regreso a su país natal.
La regencia de los negocios recae de forma similar tanto en vecinos autóctonos como extranjeros y están enfocados a todo tipo de consumidores. “Hay pocas tiendas, pero son compartidos en
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