Artesanos de Tíjola: las papas fritas que arrasan en Almería

Llevan apenas dos años en los mercados, pero las patatas fritas 'Artesanos' de Tíjola se han convertido en objeto de deseo para muchos almerienses. Su valor reside en que se trata de auténticas patatas fritas en aceite de oliva de la tierra, en recuperar los sabores que convirtieron a este producto en una estrella alimentaria y mantener una calidad cuidada y estable.

Desde su local en la localidad del Almanzora, María Morcillo y Antonio Domene cuentan que hace apenas dos años empezaron a producir y a distribuir. Les sorprendió la aceptación de sus 'papas fritas' y reconocen que desde que iniciaron la aventura, la demanda no ha hecho más que crecer, tanto en Almería como en algunas provincias limítrofes.

La decisión
María cuenta que cuando pensaron en poner en marcha una empresa familiar le pudo su pasión por las patatas fritas "y también la tradición, porque un tío mío tuvo hace años una fábrica, a la que solía ir para comérmelas. Entonces pensamos que porqué no tirar por ese camino". Una decisión que ha resultado ser acertada, tanto por la calidad de sus productos como por el hecho de que las patatas fritas "de bolsa" son un alimento con mucha aceptación entre los consumidores.

Los primeros pasos fueron complicados porque a la producción, que se lleva a cabo de una forma completamente artesanal, con patatas seleccionadas y con aceite de oliva virgen de la Almazara de Tíjola, había que darle salida y acompañarla de una distribución lo más amplia posible. Empezaron por pequeñas tiendas en la Comarca del Almanzora y en Almería capital. A partir de ese momento la demanda no ha dejado de crecer.

Promoción
Ese camino lo emprendieron sin grandes campañas promocionales ni publicitarias, convencidos de que la mejor fórmula para abrirse mercados fuera la calidad, el sabor y la textura de sus patatas. Hoy tienen tres productos en la calle, las patatas en bolsa grande, las tipo paja y (lo último que han incorporado a su catálogo) las patatas con sabor a jamón, por supuesto aprovechando la calidad del jamón de la zona.

Mari cuenta que la gente valora muy bien sus productos "por su naturalidad, porque son simplemente patatas fritas como en casa, con ingredientes de buena calidad y fritas en su punto, no como otras que hay en el mercado; las nuestras son doradas e irregulares porque no se fabrican de manera industrial, sino artesanal".

Los secretos
Aseguran Mari y Antonio que no hay más secreto que utilizar buenos productos, aunque reconocen que el misterio está en tener en cuenta la patata, la cantidad que se puede freir para que estén crujientes, la temperatura del aceite y el tiempo exacto que precisa.

El camino de las papas 'Artesanos' de Tíjola se inició en  el propio Tíjola y poco a poco se fue extendiendo a localidades de su entorno como Olula del Río, Cantoria, Purchena o Serón. Poco a poco fueron abarcando zonas algo más alejadas como Huércal Overa o Baza (el pueblo natal de Mari Morcillo) y finalmente desembarcaron en Almería, donde están presentes en casas de comidas o en tiendas de barrio, como Cocinarte o la Tiendecilla de Toñi, entre otras.

El incremento de la demanda y el reconocimiento a sus productos les ha llevado a iniciar nuevas rutas. La más inmediata es introducirse en la Comarca del Poniente. Hace pocas semanas estuvieron en el Mercado del Paseo de Almería "donde la verdad es que tuvimos mucha demanda; de hecho nos quedamos sin patatas en unas pocas horas", explica Antonio Domene que, junto a su mujer, entienden que el secreto del éxito probablemente resida en que cuando la gente las prueba "de pronto se topan con el sabor de las patatas fritas de toda la vida". Es su mejor baza en el camino del éxito.