Baria, la antigua ciudad fenicia fundada en el siglo VII antes de Cristo, que después fue asentamiento púnico y romano, sigue arrojando dato sobre su pasado. Los trabajos de excavación que dirige la arqueóloga Teresa Fernández Azorín para la empresa promotora de un edificio de 24 apartamentos, han dado a la luz parte de la estructura de una balsa de salazón romana para confeccionar el célebre garum . Es la quinta de estas características que se ha documentado en suelo bariense de Villaricos.
La obra está hecha con mortero hidráulico a base de una mezcla de cal, arena y cerámica machacada que en la antigua Roma se denominaba Opus signinum a través de tejas partidas y luego golpeadas con un pisón, según describe Plinio el Viejo en su obra Historia Natural. El hallazgo ganaría en singularidad si se llega a detectar algún trozo sellado con el nombre o la estampilla del alfarero autor de la obra, lo que en términos de ciencia arqueológica se denomina Terra sigillata, es decir, tierra o cerámica sellada, que suele ser de color rojo brillante.
Fernández Azorín indica que “no podemos dar más detalles porque no se ha analizado la masa de la estructura, pero es verosímil que en alguna parte pudiera aparecer, si se analiza, algún sello de Terra Sigillata, porque ya han aparecido en otros yacimientos andaluces y almerienses”.
Añade la arqueóloga como ejemplo divulgativo que “este sello es como la garantía de que la vajilla donde comemos es de calidad, se trata de un fósil director que nos ayuda a documentar la época del yacimiento”. La cronología de la Terra sigillata abarca desde el siglo I antes de Cristo hasta mediados del siglo III. La zona que está siendo objeto de excavación está excluída de la zona arqueológica de Villaricos por un pleito que ganó Villaricos S.L. la anterior empresa propietaria de los terrenos, a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y por tanto está catalogado como suelo urbanizable. El Ayuntamiento, sin embargo, paralizó hace más de un año los trabajos por una irregularidad administrativa. Pero la empresa ha vuelto a retomar las catas arqueológicas previas a la construcción de viviendas.
La Asociación Unidos por Baria, que reclama la conservación y puesta en valor de Baria en su conjunto, ha presentado iniciativas judiciales para paralizar la promoción urbanística de ese entorno, previa compensación a sus propietarios P3, y su aprovechamiento como reclamo turístico.
El riesgo de perder algo único
Una serie encadenada de yerros administrativos ha provocado que un yacimiento tripartito -fenicio, púnico y romano- casi único en Europa- pueda perder un apéndice de 500 metros en los que nadie puede jugarse un brazo de que no se pueda encontrar en un futuro la joya de la corona de la República Bariense. Todo hace pensar que esa cuadrícula será sepultada para los restos bajo 24 apartamentos en primera línea. Mientras tanto, el resto del yacimiento catalogado duerme desde hace 20 años el sueño de los justos, a la espera de que las autoridades competentes tengan un poco de sensibilidad para resucitarlo.
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