Simón Ruiz
22:26 • 10 mar. 2012
Hacía 12 años que un presidente del Gobierno no protagonizaba un mitin en el Pabellón ‘Rafael Florido’ de Almería capital. El último fue José María Aznar, en la primavera del año 2000. En aquella ocasión, el exjefe del Ejecutivo de la Nación ‘clamó’ por un diputado más en Almería para poder conseguir mayoría absoluta. El PP lo logró y Aznar gobernó sin necesidad de pactos o acuerdos con los nacionalistas catalanes.
Doce años más tarde, el ahora presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, volvió a clamar en Almería, sobre el mismo escenario, para que el candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Javier Arenas, consiga mayoría absoluta.
Las cuentas que los populares han echado pasan, en principio, por pasar de 7 a 8 parlamentarios en Almería. “Esta provincia fue, al igual que Andalucía, decisiva para el cambio político en toda España. Almería estuvo a la vanguardia de ese cambio político. Hoy os digo que Almería se situará a la cabeza del cambio político en Andalucía”. La frase de Rajoy arrancó los aplausos de unos 5.000 entusiastas populares.
Y el entusiasmo fue a más cuando Rajoy Brey anunció que “el presidente de la Junta va a ser un diputado por esta provincia, por Almería, Javier Arenas”.
Interrumpido por gritos de ‘Tú sí que vales’, el líder de los populares se deshizo en elogios hacia Arenas Bocanegra - “tiene el mejor equipo para hacer 300 gobiernos” - y pidió a la militancia almeriense que ayude al candidato para alcanzar su objetivo de cambio político en la comunidad autónoma. “Sé que le vais a ayudar”.
En un tono más institucional, Mariano Rajoy dedicó parte de su discurso a hablar de las necesidades que tiene España en esta época de fuerte crisis económica, que ha derivado en cinco millones de parados. Entre las necesidades, citó directamente la recién aprobada reforma laboral y la justificó diciendo que “no se pueden aplicar recetas del siglo XIX para el siglo XXI, porque la situación que vive nuestro país no es un problema de ideologías, sino de sentido común”. “No estoy dispuesto - advirtió en un claro mensaje a los sindicatos convocantes de una huelga general - a que Andalucía y España se queden atrás”.
El presidente del PP había desayunado antes de llegar al Pabellón ‘Rafael Florido’ en el Gran Hotel. Fue allí donde tuvo tiempo de repasar las últimas noticias que llegaban de las agencias sobre el ingreso en prisión del exdirector de Trabajo de la Junta andaluza, Javier Guerrero, por el caso de los falsos ERE.
A nadie extrañó, por tanto, que aludiera a este “escándalo político” en su mitin en Almería. “Andalucía no son los ERE, ni unos señores que están hoy en la primera página de los periódicos, sino una tierra de primera, donde viven ocho millones de españoles, que quieren algo tan normal como que se gobierne bien, se les respete y se les dé soluciones a sus problemas”, dijo Rajoy, mientras desde el público no se dejaba de corear la consigna popular: “Que devuelvan el dinero que han robado en la Junta”.
Doce años más tarde, el ahora presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, volvió a clamar en Almería, sobre el mismo escenario, para que el candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Javier Arenas, consiga mayoría absoluta.
Las cuentas que los populares han echado pasan, en principio, por pasar de 7 a 8 parlamentarios en Almería. “Esta provincia fue, al igual que Andalucía, decisiva para el cambio político en toda España. Almería estuvo a la vanguardia de ese cambio político. Hoy os digo que Almería se situará a la cabeza del cambio político en Andalucía”. La frase de Rajoy arrancó los aplausos de unos 5.000 entusiastas populares.
Y el entusiasmo fue a más cuando Rajoy Brey anunció que “el presidente de la Junta va a ser un diputado por esta provincia, por Almería, Javier Arenas”.
Interrumpido por gritos de ‘Tú sí que vales’, el líder de los populares se deshizo en elogios hacia Arenas Bocanegra - “tiene el mejor equipo para hacer 300 gobiernos” - y pidió a la militancia almeriense que ayude al candidato para alcanzar su objetivo de cambio político en la comunidad autónoma. “Sé que le vais a ayudar”.
En un tono más institucional, Mariano Rajoy dedicó parte de su discurso a hablar de las necesidades que tiene España en esta época de fuerte crisis económica, que ha derivado en cinco millones de parados. Entre las necesidades, citó directamente la recién aprobada reforma laboral y la justificó diciendo que “no se pueden aplicar recetas del siglo XIX para el siglo XXI, porque la situación que vive nuestro país no es un problema de ideologías, sino de sentido común”. “No estoy dispuesto - advirtió en un claro mensaje a los sindicatos convocantes de una huelga general - a que Andalucía y España se queden atrás”.
El presidente del PP había desayunado antes de llegar al Pabellón ‘Rafael Florido’ en el Gran Hotel. Fue allí donde tuvo tiempo de repasar las últimas noticias que llegaban de las agencias sobre el ingreso en prisión del exdirector de Trabajo de la Junta andaluza, Javier Guerrero, por el caso de los falsos ERE.
A nadie extrañó, por tanto, que aludiera a este “escándalo político” en su mitin en Almería. “Andalucía no son los ERE, ni unos señores que están hoy en la primera página de los periódicos, sino una tierra de primera, donde viven ocho millones de españoles, que quieren algo tan normal como que se gobierne bien, se les respete y se les dé soluciones a sus problemas”, dijo Rajoy, mientras desde el público no se dejaba de corear la consigna popular: “Que devuelvan el dinero que han robado en la Junta”.
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