Huércal de Almería

Cuando la solidaridad es noticia: Asador de Pollos Real, en Huércal de Almería

El establecimiento pone a disposición de personas que lo necesiten raciones de comida gratis

Patxi (José Francisco Ramón) es el dueño de Asador de Pollos Real.
Patxi (José Francisco Ramón) es el dueño de Asador de Pollos Real.
Rosenda Mirón
14:16 • 23 sept. 2022

Toda ayuda es poca en estos tiempos difíciles, en los que más que enlazar crisis económicas, parece que viviéramos en una sola y permanente. Las instituciones y ONGs no dan abasto en una sociedad que asiste perpleja a una escalada inflacionista que parece no tener tope, tras una crisis como la que arrancó en 2008, una pandemia, la guerra desatada por Rusia contra Ucrania que ha puesto contra las cuerdas a todo el planeta en una crisis energética sin precedentes y un suma y sigue que a la postre, termina repercutiendo siempre en los más débiles y vulnerables.



Patxi sube cada mañana desde hace tres años la persiana de su asador de pollos en Huércal de Almería junto a su mujer Cristina. Deja a su hija en el colegio, hace las compras del día y antes de las 10 ya suele estar en el asador, “una vida corriente”, afirma. 



Se llama José Francisco Ramón, pero en su grupo de amigos de toda la vida donde todos son del Barça o del Real Madrid, él era el único del Athletic de Bilbao, así que le cayó el apodo Patxi para siempre.



Los últimos días y un impulso de rabia tras ver a un hombre llorar pidiéndoles algo de comer que le llevaron poner comida en su puerta con un cartel que decía “cógelo si lo necesitas” han puesto la vida del revés a Patxi y su familia. 



Para hacerse una idea de la repercusión social de esta acción una muestra: una publicación en la  página de Facebook del asador acumula 85.000 likes, 2.000 comentarios y se ha compartido casi 6.000 veces en el momento de redactar este artículo. La solidaridad derriba siempre las barreras y activa ese hilo invisible que une a las personas cuando la causa es la ayuda a los más vulnerables.



Es mediodía y el asador está extrañamente tranquilo. Un goteo de gente llega a recoger encargos, desfila curiosa y saluda con emoción contenida, reina el silencio. Acaba de irse el equipo de una cadena de televisión nacional que ha viajado para cubrir esta historia de solidaridad que se ha hecho viral, y flota en el ambiente esa calma extraña tras un rato de mucha excitación. 



Patxi atiende, cobra, embolsa pedidos y narra : “Nos estamos acostando a las dos de la mañana todos los días porque si la gente se vuelca contigo tú tienes que agradecérselo, hay que responder a todo el mundo”. Habla al borde de la emoción durante todo el tiempo que dura esta conversación. Le cuesta acabar las frases cuando intenta describir lo que están sintiendo y viviendo. Cuenta que les están llamando desde Cuba, México, toda España. 



Están recibiendo donaciones de particulares sin parar. Con las primeras elaboraron un arroz gigante para seguir poniéndolo a disposición de las personas que lo necesiten. Con las siguientes han comprado un refrigerador para ofrecer esta comida gratuita garantizando todas las normas sanitarias para estos alimentos una vez superado el primer impulso de dejarlas en una mesa en la puerta del establecimiento. 


Las entidades de ayuda social alertan

Las historias de ayuda más allá de las instituciones afloran en épocas como esta en la que organismos como Cruz Roja o Cáritas se encuentran ante situaciones y cifras en ascenso y con perfiles de personas necesitadas que no habían visto anteriormente, y no ocultan su preocupación por la situación. Según los últimos datos de Cruz Roja, este 2022 atenderá a 400.000 personas más que antes de la pandemia. Más de 55.000 personas en nuestra provincia son destinatarias directas este año de la partida de 2,2 millones en ayudas destinadas en diciembre de 2021 a este fin por la Consejería de Igualdad al Banco de Alimentos, Cáritas (que gastará un 10% más en ayudar a las misma personas que en 2021) , la Red de Ayuda Contra la Pobreza en Andalucía EAPN y Cruz Roja. 


El Ayuntamiento de Huércal de Almería, donde se encuentra el asador de Patxi, a través de su Plan de Empleo municipal destinado personas en situación vulnerable, han realizado 500 contrataciones en año y medio y destinan parte del presupuesto anual a Cruz Roja, Banco de Alimentos y Cáritas, casi 40.000€.


De vuelta al asador, Patxi atiende amable, visiblemente cansado y desbordado de emociones. “Lo de sacar la mesa a la calle fue un cabreo, porque vino un hombre a pedir comida llorando”, me metí dentro, hice una tortilla, saqué la mesa y le pedí a mi mujer que sacara los primeros pollos. Yo no me imaginaba esto, la gente nos envía Bizum, donaciones por el messenger… es increíble”. 


Iniciativas como la suya, en tiempos de vida tecnológica tienen incluso su versión en aplicación. La app 'Nadie sin su ración diaria' permite realizar donaciones rápidas desde un supermercado o un establecimientos de comidas, para, según reza en la información de la aplicación, intentar evitar “el estigma social que provocan las denominadas colas del hambre”. Acción contra el Hambre y otras entidades de ayuda social admiten Bizum, pero poder coger un plato de comida recién hecho y  que quien lo necesite pueda llevarlo directamente a la mesa confiere otro cariz a la forma de ayudar y despoja de ese punto de frialdad que no deja de tener tender una mano desde el otro lado de una pantalla. 


El cara a cara es el pulso de la vida, y las pantallas no perciben sentimientos ni dan lugar a la conversación, el desahogo o el consuelo: “Hemos conocido historias espeluznantes,- continúa Patxi- nos cuentan muchas cosas… una mujer viene cada día desde Almería en autobús porque sabe que va a encontrar comida y le compensa gastarse el euro y pico del trayecto. Su marido lleva muchos años en cama, enfermo y no tienen para apenas vivir. Un hombre vino de Macael a llevarse un pollo y a hacer una donación y darnos las gracias, la gente nos abrazaSé que hemos recibido críticas diciendo que nos hacemos publicidad, pero me da exactamente igual”.


A la pregunta de si piensan continuar ayudando de esta manera no duda un segundo, mira fijamente y afirma tajante y emocionado: “A diario, no vamos a parar. Tengo tres niños, que se sientan orgullosos de sus padres, así que lo voy a hacer a diario, claro que sí”.


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