La escuela agraria Campomar logra en sus alumnos un 100% de inserción laboral

La escuela agraria Campomar logra en sus alumnos un 100% de inserción laboral

José Antonio Arcos
07:00 • 11 abr. 2012
No son pocas las voces, muchas de ellas reputadas, que en los últimos años se refieren al mundo universitario en términos de ‘fábrica de parados’. De ahí, la corriente actualmente predominante que habla de colaboración entre la Universidad y las empresas en un intento de contrarrestar la anterior premisa. En este contexto de crisis, existe un único centro académico en la provincia que puede presumir de tener un nivel de inserción laboral de sus alumnos del 100%; o dicho con otras palabras: un 0% de paro. El ejemplo contrario a la ‘fábrica de parados’ se llama Campomar.

“No recuerdo a ningún antiguo alumno que esté ahora parado”, comenta Luis Suances, director de esta escuela agraria, situada en Aguadulce y que pertenece a la Obra Social de Unicaja.

“Incluso antes de terminar su formación aquí, muchos de ellos reciben ofertas de empleo y tienen que esperar al verano para incorporarse”, añade Paco Valverde, profesor de tecnología agraria.

Campomar nació en 1970 y hasta hoy día ha formado a más de 2.000 profesionales del campo almeriense, muchos de ellos conocidos gerentes de comercializadoras, de empresas de suministros, semilleros y todo tipo de pymes de la industria auxiliar y, por supuesto, agricultores y técnicos de campo.

Esta escuela agraria gestiona una activa bolsa de empleo con ofertas casi a diario. Entre los perfiles más demandados están los técnicos de laboratorio, trabajadores de semilleros, empresas de investigación de muy distintas áreas y productores que necesitan encargados o capataces para sus explotaciones.

“Los alumnos que acabaron el año pasado están todos trabajando”, subraya Paco Valverde.

Campomar es un perfecto termómetro del retorno al campo que se vive en Almería desde hace varios años, motivado por la actual crisis y el colapso del resto de sectores económicos provinciales.

“Jamás hasta ahora habíamos recibido solicitudes de reservas de plaza en abril para matricularse el siguiente curso, y ahora este mes hemos tenido ya muchísimas visitas de personas informándose de los requisitos para entrar en Campomar el año que viene”, añade el profesor Valverde.

Mayores de 45 años

Antes de la crisis, el perfil del alumno de Campomar era bien definido: jóvenes de entre 15 y 16 años. Ahora todo ha cambiado.

De los 140 alumnos actuales que estudian este curso en Campomar hay media docena de ellos mayores de 45 años. “Unos vienen de otros sectores y los que ya habían estado relacionados con la agricultura se han dado cuenta que hay que seguir formándose para volver a este sector”, explica el director Luis Suances.

Existen dos ciclos medios en Campomar de dos años de duración: producción agropecuaria (el más demandado) y jardinería y floristería. También hay otro ciclo superior de otros dos años de formación: gestión y organización de empresas agropecuarias.

“Antes teníamos que buscar alumnos y ahora es justo al revés”, reflexionan los dos profesores.






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