Multitudinaria aventura de cine entre velas y ‘estrellas’ en Vícar

La Villa de Vícar vivió este jueves una de las citas más importantes del verano en la provincia almeriense: 'Paseando entre velas'. Este más que consagrado evento, relacionado con las Perseidas, reunió a cerca de 20.000 personas de diferentes edades que disfrutaron de una aventura de película con música, magia, fuego, divertidas actividades y sobre todo muchas 'estrellas', estando la temática de este año relacionada con el mundo del cine. 

Pequeños y mayores vivieron una noche inolvidable, en la que se puso en valor la cultura y la belleza de este pequeño e histórico núcleo urbano que se engalanó para enamorar a cada uno de los miles de asistentes que pasearon por sus encantadoras calles, iluminadas por las pequeñas velas y por las que se mecían los olores de los jazmines y las higueras . También quedó clara la implicación de sus habitantes, que se volcaron durante varias semanas para que Vícar Pueblo fuese un gran museo al aire libre en honor al séptimo arte.

Pueblo Mágico de España desde marzo de 2022, Vícar ha convertido las fachadas de sus casas, de ADN Alpujarreño, en el lienzo sobre el que se han hecho espectaculares guiños a famosas películas como 'La muerte tenía un precio' (1965), 'Conan El Bárbaro' (1982), 'Shalako' (1968), 'Pulp Fiction' (1994), 'Star Wars', 'Regreso al Futuro' (1985), 'Harry Potter' (2001) o 'Grease' (1978). pequeños dibujos y grandes murales que estarán como mínimo un año embelleciendo las estrechas calles de este pueblo en el que todo, como siempre, se cuidó al detalle gracias a artistas, vecinos y al consistorio.

Toda una aventura

Cada año el Ayuntamiento de Vícar afronta con 'Paseando entre velas' su mayor reto: preparar un evento multitudinario en su núcleo histórico, de reducidas dimensiones y en el que hay censadas poco más de un centenar de personas. Y una vez más, la organización fue perfecta para que los miles de asistentes pudieran disfrutar de una velada que deja huella. 

La aventura comenzó desde el bulevar vicario, donde la gente nutría una larga cola a la espera de subir a uno de los quince autobuses (que trabajaron de forma ininterrumpida hasta la madrugada) que en unos pocos minuto hacía su parada en la AL-3301, a 1,9 kilómetros de Vícar Pueblo. Tras una caminata de un cuarto de hora, subiendo por el asfalto sobre la falda de la Sierra de Gádor y pasando por el algarrobo centenario, una barra con bebida y bocadillos recibía a los visitantes como si de un punto de avituallamiento se tratara, con la torre de la iglesia fortaleza iluminada en tonos violetas como testigo de la llegada de miles de personas.   

Siguiendo los calles custodiadas por la cálida luz de las velas ya por la noche, los asistentes pudieron ver en los muros a Danny Zuko, Sandy Olsson, el hombre sin nombre, Luke Skywalker, Mia Wallace, Vicent Vega, personajes de Tim Burton o el famoso Delorean de Marty McFly y ‘Doc’ Emmett Brown, además de dar un paseo por el mercado artesanal en la Plaza del Cerrillo. Junto al templo de San Benito, en la Plaza Barranquillo y el Lavadero, actuaciones musicales y varios de los más de una decena de puestos y barras de comida y bebida que se repartieron por diferentes zonas de este pueblo que desde las 18:00 horas ya empezó a llenarse de vida con las primeras actividades de una extensa programación.

Las velas guiaron a pequeños y mayores por cada bello rincón del núcleo vicario, descubriendo sorpresas al doblar cada esquina, encontrándose con estatuas de piratas, un cine de verano, el rostro de Amelie en un callejón cubierto por colorida decoración de ganchillo o con algunos dibujos de ediciones pasadas relacionados con la mitología griega o personajes de cuento. No faltaron ni las grandes letras blancas sobre la colina del nombre de Vícar, que fue Hollywood por una noche.  

Rock celta, jazz, música electrónica, batucada, espectáculo circense, pasacalles, cuentacuentos, talleres de pintura, yoga, pilates o astronomía, entre otras muchas cosas, amenizaron el paseo entre velas y muchas 'estrellas' a cerca de 20.000 personas que, tras una tarde-noche para el recuerdo por unas calles llenas de magia, se iban despidiendo con el paso de las horas de Vícar Pueblo con otra caminata, bajo la mirada de Policía Local y Guardia Civil, hacia el punto de recogida de los autobuses, destacando que también se habilitaron vehículos especiales para llevar a personas con movilidad reducida que dejaban a sus usuarios en la Plaza Inmaculada, frente a la Casa Consistorial.

Los rostros, ya de cansancio en plena madrugada bajando por la carretera, también delataban alegría e ilusión tras haber vivido una experiencia que deja huella en un pueblo que seguirá con el 'traje' de gala de los Oscars puesto (en sus fachadas) hasta la edición del año que viene de 'Paseando entre velas', una cita que cada año gana prestigio y se convierte en lugar de 'peregrinación' obligado en la época de las Perseidas para los amantes del arte, la fantasía y la belleza de los pequeños pueblos almerienses que hacen cosas muy grandes. En este caso, de película.

El arte transforma las calles del pueblo

Para convertir la Villa de Vícar en una 'ciudad de las estrellas' desde la que ver las Lágrimas de San Lorenzo, se ha vuelto a contar esta edición con los mejores artistas murales, que han creado espectaculares imágenes con su 'spray' sobre el blanco de lo muros vicarios. Dani Moxaico, Rodrigo Leseduarte o Nico Stook, que desde hace años están vinculados al municipio gracias al Hip Hop Street. Sara Moncada, artista local, también ha dejado su reconocible trabajo en las fachadas sobre las que han plasmado su creatividad también los propios vecinos.