Garrucha se queda sin su tradicional mercadillo semanal de los viernes

Este viernes 29 de septiembre se cumplen dos semanas en las que el pueblo garruchero no disfruta de este tradicional zoco comercial al aire libre. Los vendedores ambulantes se niegan a montar sus puestos en la nueva ubicación habilitada por el equipo de Gobierno en la parte alta del municipio, en la calle Miradores, debido a las obras de rehabilitación del malecón.

Diego Martínez, portavoz de los vendedores ha hablado con La Voz de Almería, y ha confesado que lamenta la situación por la que están pasando todos los trabajadores del mercado garruchero. "Agradecemos al equipo de Gobierno que se haya reunido con nosotros y que haya escuchado nuestras peticiones, pero no nos dan más opción ni respuesta que montar en la calle Miradores". Un lugar que no es viable para vendedores de forma unánime, "allí no hay bares, ni comercios, está alejado de todo y no hay espacio para montar todos los puestos".

Según relató el responsable ya el pasado lunes se reunieron con el equipo de Gobierno para proponer tres ubicaciones diferentes y alternativas a esta calle, "dos de ellas las descartaron al momento y ahora barajamos la posibilidad de recuperar la ubicación histórica del mercadillo en la calle Joaquín Escobar, creemos que con voluntad podríamos recuperar esta ubicación".

Sin embargo, por parte del equipo de Gobierno continúan "estudiando" la viabilidad de otros emplazamientos para el mercadillo sin ofrecer una nueva respuesta a los comerciantes que hoy se han vuelto a reunir por segundo viernes consecutivo en la puerta del Ayuntamiento a modo de protesta. "No tenemos respuesta, están suponiendo pérdidas económicas para muchos de los trabajadores, algunos tienen puestos de alimentación, está siendo duro pero es la primera vez que veo tanta unión entre los vendedores, estamos todos a uno", explicó el responsable, que asegura que por parte de los vendedores ambulantes no quieren ceder. "Sabemos que sí montamos ya no estudiarán una nueva ubicación y nos tendremos que quedar ahí".

Según la ordenanza municipal la ausencia de montaje durante 4 semanas consecutivas supondría la nulidad de la licencia de venta, por lo que en dos semanas se podrían retirar las 170 licencias que conforman este zoco garruchero, uno de los más famosos de la comarca y que históricamente ha supuesto un revulsivo turístico para la localidad.