Barcos almerienses son contratados para trasladar jaulas de atún en Malta

Cuatro embarcaciones almerienses -tres de Carboneras y una de Garrucha- han sido contratadas por la multinacional cartagenera Ricardo Fuentes e Hijos para transportar jaulas de atún rojo desde mares de Malta, Chipre y Turquía hasta otros grandes puertos europeos donde se comercializa esta cotizada especie de pelágico. Se trata de los barcos carboneros Gabriel y María, García Rodríguez y Bahía de Carboneras y del Garruchero ‘Mar Salá’ que están a la espera de ser requeridos por la compañía comercializadora para iniciar la singladura. El óptimo precio del atún y la creciente demanda, no solo en Japón, sino en Estados Unidos, está provocando que muchas embarcaciones de arrastre y palangre de puertos del Mediterráneo se empleen en este tipo de actividades como buques auxiliares de la actividad extractiva. En la actividad también participan barcos de Santa Pola, Cartagena y Villajoyosa. Ricardo Fuentes, con orígenes carboneras, se ha convertido en el líder mundial de la comercialización de atún en colaboración con la japonesa Mitsui. Se dedica también al engorde de atún rojo en granjas marinas. El escaso volumen y valor de las capturas en los puertos almerienses está provocando que proliferen este tipo de actividades alternativas. En el caso del Puerto de Garrucha, de una veintena de barcos de arrastre dedicados a la pesca de la gamba roja y otras especies hace tan solo una década, en la actualidad solo salen a faenar no más de una decena, tras los desguaces que se han ido produciendo. Problema de jarcias y esloras Carboneras, un Muelle dedicado principalmente a las capturas de atún y pez espada mediante métodos artesanales como el palangre de superficie se han visto afectados por las nuevas cuotas impuestas, más reducidas, para la pesquería de pelágicos por parte de la Unión Europea. Desde la Cofradía de Pescadores consideran que en Europa no han sabido aún diferenciar la pesquería artesanal que ejercen los barcos de Carboneras y la que efectúan los barcos italianos y francesas con redes de deriva, que es una pesca no selectiva. Los palangreros carboneros se han visto también afectados por la normativa europea que impide pescar atún a las embarcaciones de más de 24 metros de eslora a partir del uno de junio, cuando utilizan la misma jarcia de 2.000 anzuelos que los barcos de 15 metros de eslora. Eso ha provocado que cinco barcos se tengan que quedar sin poder pescar a partir del próximo mes.