“Un paraíso”: el pueblo más pequeño de Almería que tiene “infinitos encantos“

La provincia de Almería tiene rincones escondidos que son un auténtico "paraíso en la tierra". Es lo que ocurre con el municipio más pequeño que tiene el territorio almeriense, donde sus poco más de 50 habitantes comparten espacio en un lugar con "infinitos encantos" y que a pesar de parecer un pueblo olvidado por el tiempo, donde no hay bares, ni tiendas, ni farmacias ni panaderías, la vida rebosa en sus pequeñas calles y entre sus casas blancas y con techos color teja.

Uno de estos rincones paradisíacos que no están en las rutas turísticas de la provincia ha sido recorrido por los 'expertos' de la revista 'Viajar', que lejos de adentrarse en las urbes más turísticas de la provincia se han puesto manos a la obra para dar a conocer un pequeño rincón de Los Filabres que vive a un ritmo distinto. Se trata de Benitagla, un municipio que según el último padrón cuenta con tan solo 53 vecinos, donde no hay ningún niño menor de edad, y que se encuentra, además, entre las 70 localidades almerienses que se están quedando sin vecinos.

A pesar de que son muy pocos los que comparten espacio en Benitagla, como explica el artículo de la revista especializada en viajes, los habitantes de este remoto rincón "han aprendido a apreciar las pequeñas cosas, a encontrar la belleza en lo simple y la satisfacción en lo básico. Para ellos, la vida en Benitagla es un regalo, una oportunidad de vivir en armonía con la naturaleza y en comunidad con sus vecinos".

Y es que los vecinos suplen la falta de servicios con una capacidad innegable de adaptación al entorno. Si no hay tiendas, se compra por internet o a los vendedores ambulantes que se acercan a diario hasta esta localidad de Los Filabres. Además, "la comunidad de Benitagla ha aprendido a ser autosuficiente, a confiar en sí misma y en sus vecinos para sobrellevar los desafíos de la vida rural".

Pero no están tan alejados de las grandes ciudades en algunos aspectos, ya que como relatan en Viajar, cuentan con un cajero automático. Una tecnología instalada en la plaza principal del municipio y que es "un vínculo crucial con el mundo exterior, proporcionando acceso a servicios bancarios y dinero en efectivo a los residentes y visitantes por igual".

Y aunque falten muchas cosas, no falta tranquilidad y bienestar. "Benitagla es un refugio para aquellos que buscan la tranquilidad y la simplicidad de la vida rural, un recordatorio de que la felicidad se encuentra en las cosas simples y la comunidad", apunta Viajar.