El padre de las dos niñas utilizó un fertilizante líquido para envenenarlas

Según ha podido saber LA VOZ, les habría hecho ingerir la sustancia que él mismo tomó después

Vehículo del padre, aparcado en el cortijo en el que ocurrieron los hechos.
Vehículo del padre, aparcado en el cortijo en el que ocurrieron los hechos. Europa Press
M. R. Cárdenas/V. Navarro
12:15 • 19 mar. 2024

La muerte de Elisa y Larisa, de 2 y 4 años de edad, respectivamente, a manos de su padre, Cristian Iona, ha conmocionado a la provincia de Almería desde que en la mañana de este lunes se conocieran los hechos ocurridos en un cortijo ubicado en Las Alcubillas, entre los municipios de Albolodoy y de Gérgal.



Según ha podido saber este periódico, el progenitor de las dos menores, de 35 años y de nacionalidad rumana, habría utilizado un fertilizante líquido para acabar con la vida de las dos niñas, una sustancia tóxica que habría ingerido él después para suicidarse tras cometer un crimen que ha sido condenado por toda la sociedad almeriense y por las autoridades de la provincia. La muerte de las dos menores se produjo aproximadamente a las 9:30 horas de la mañana, mientras que la del padre tuvo lugar poco antes de las doce de la noche.



El Instituto de Medicina Legal de Almería ya ha practicado la autopsia a los tres cadáveres hallados en el interior del cortijo de piedra en el que tuvo lugar el macabro suceso y los primeros informes toxicológicos han sido ya enviados a Sevilla para su análisis final, que ha determinado la noticia adelantada por este periódico de que el padre utilizó un pesticida para envenenar a sus dos hijas.



Fue en la noche del domingo, 17 de marzo, cuando el padre acabó con la vida de Elisa y Larisa en el interior de un cortijo en el que él mismo se suicidó. Fue Alina, la madre de las menores, también de origen rumano y de 23 años de edad, la que se encontró los cadáveres en el interior de la vivienda en la que vivía su expareja, quien al llegar la mujer y los agentes de la Guardia Civil, según señalaron ayer fuentes de la investigación a este periódico, también encontró el cuerpo inconsciente de Cristian, quien falleció al poco tiempo en el interior del cortijo.



Unos hechos que han conmocionado a toda la provincia, que desde la mañana del lunes ha mostrado su repulsa a lo acontecido a través de distintas intervenciones institucionales y también en una concurrida concentración en Abla, municipio donde las dos menores vivían con su madre, donde decenas de personas condenaron el crimen que ha acabado con la vida de Elisa y Larisa, dos niñas risueñas y muy queridas en el municipio abulense, a donde fueron llevadas por su madre tras huir esta de Cristian Iona, quien la había maltratado en numerosas ocasiones, incluso cuando Alina se encontraba embarazada de la menor de las niñas, y que contaba con una orden de alejamiento por estos hechos.



Ahora, tras el macabro crimen, según ha podido saber este periódico, el Tribunal Supremo habría solicitado documentación sobre el caso para seguir documentando la causa de este crimen.





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