Los 6.500 habitantes las 600 empresas que hoy tiene Antas “no ha surgido por amor al arte, no salen de levantar una piedra”. Todo vendría dado por el espíritu de superación de los antusos que ya a finales del siglo XIX les obligó a emigrar a tierras más prosperas buscando un mejor futuro. Y así lo demuestran los testimonios que está recopilando el cronista de Antas Luis Artero, que busca sacar a la luz la parte de la historia más desconocida de su pueblo el final del siglo XIX y todo el siglo XX, una sección histórica a la que ha llamado: ‘Antusos por el mundo’.
Con solo 16 años aquellos jóvenes de Antas, se montaban en un barco, sin ningún dinero en sus bolsillos, sin conocer ningún otro idioma y sin saber qué iban a encontrar al otro lado y abandonando a todo cuanto conocían: sus casas, su familia…
Esa gente forjó un espíritu, un trabajo, un amor a la tierra a la propiedad, a la casa. Después esos padres que han tenido hijos sus hijos han vuelto a emigrar. “La gente de Antas no somos así porque nos han elegido, somos así porque nos lo hemos trabajado, en todas las casas de Antas hay una persona que ha emigrado. Por eso los antusos tenemos esa capacidad de prosperar, de crear empresas de no rendirnos ante los problemas...y eso es lo que voy a intentar poner en valor”.
Artero habla con
conocimiento de causa, ya que en su propia familia puede atestiguar
esa emigración antusa. “Mi abuelo estuvo en Estados Unidos como
emigrante, pero es que mi padre también emigró en este caso a
Alemania”. Pero si algo tenían en común todos esos emigrantes de
Antas era que siempre regresaban a su tierra natal, a su Antas
querida, donde acababan comprando tierras, viviendas y emprendiendo
con el dinero que habían conseguido en su periplo por el extranjero
y así lo atestigua también el cronista no solo con la experiencia
de su propia familia sino con las historias que ha ido recopilando
entre sus vecinos.
Así mismo también reseña la labor
de las mujeres, que eran las que se quedaban en el pueblo durante
años cuidando de sus hijos y las pocas tierras que tuvieran mientras
esperaban el regreso de los maridos, un regreso que podía ser muy
tardío, obligándolas a ser agricultoras, amas de casa y en
definitiva, las cabeza de familia. “Mi abuela sola puso una
plantación de una hectárea de naranjos con el dinero que le mandaba
mi abuelo desde Estados Unidos, tenía que alimentar a siete hijos”.
Ahora Luis lo tiene muy claro, “el objetivo es
recuperar el pasado y la historia de Antas. Lo más importante es la
cultura Argárica, pero ahora queremos poner en valor también ese
siglo XX”. Se trata de compartir, historias singulares de gente
sencilla y humilde que han contribuido a la creación de Antas, como
pueblo y como parte de su historia.
El nuevo Cronista Oficial de Antas ha iniciado así, un ambicioso proyecto para recopilar y preservar la historia de la emigración, un fenómeno que ha marcado la identidad del pueblo a lo largo de décadas. Este esfuerzo busca crear un fondo documental y fotográfico que recupere las tradiciones, costumbres y relatos de aquellos que dejaron su hogar en busca de nuevas oportunidades, desvelando así un pasado polifacético que merece ser recordado.
Uno de los primeros
relatos que ha conseguido sacar a la luz el antuso ha sido la
historia de la familia Clemente Cano. En el espacio ‘Antusos por el mundo’ dentro de la web del Ayuntamiento, en la pestaña de 'El Rincón del Cronista', se puede leer ya el relato la de 'Luis el de la tía Juana' y su esposa Juana Cano Cano. El
legado de esta familia antusa incluye numerosas propiedades
adquiridas con el fruto de su esfuerzo en el extranjero. Entre sus
adquisiciones se encuentra la casa que hoy es la Casa de Cultura del
poeta Antonio Jesús Soler Cano.
El legado de la familia es notable. Usaron los ingresos obtenidos en la emigración para adquirir propiedades y tierras en Antas, consolidando su hogar de origen. La compra de un inmueble significativo para la comunidad, que ahora es la Casa de Cultura 'Poeta Antonio Jesús Soler Cano', ejemplifica la huella que dejaron a su regreso.
Además de los
aspectos económicos, Luis Clemente Cano también incursionó en la
política local, siendo parte del Ayuntamiento durante un periodo
convulso en la historia de España. "La historia de la familia
Clemente Cano muestra cómo una decisión de emigrar puede afectar a
varias generaciones", concluye Artero, resaltando la importancia
de descubrir y conservar estos relatos.
Como parte de su
labor, el nuevo Cronista de Antas invita a todos los residentes y
descendientes de emigrantes a acercarse y compartir sus historias y
documentos con la finalidad de seguir enriqueciendo este fondo
histórico que busca recuperar la memoria colectiva de Antas. Este proyecto no
solo promete rescatar una parte vital de la historia de la localidad,
sino que también busca responder a las inquietudes sobre la vida en
el extranjero, las dificultades enfrentadas y las historias de
superación, contribuyendo así a un relato más completo y diverso
de la identidad de Antas.
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