“La gente tiene mucho miedo y no se atreven a dar la cara”

Las Tres Villas es un municipio situado en la parte occidental de la comarca de Los Filabres-Tabernas, cuyos principales núcleos de población son Escúllar, Doña María y Ocaña. Vecinos de esta localidad se pusieron en contacto con LA VOZ para denunciar la situación que están viviendo, donde, aseguran, la alcaldesa lleva 18 años “manejando el municipio como si fuera su cortijo”.

 “Hay dos concejales en la oposición, pero ella tiene mucho poder y ella es la que gobierna y los demás están para decir amén. Incluso muchas veces no les deja hacer ruegos ni preguntas”, comentan. Una de las situaciones en la que más inciden es en la “contratación irregular” de la hija de la alcaldesa en la dinamizadora de Guadalinfo y el propio Ayuntamiento: “Ella estaba cobrando su sueldo, pero sólo iba las 20 horas a Doña María; al resto, nada. A través de escritos a Diputación le obligaron a que cumpliera el horario”.  Ahora, comentan, “se ha jubilado una persona y ya han colocado a la hija de la alcaldesa como administrativa del Ayuntamiento, es un despotismo total”.

Por otra parte, inciden en el “despilfarro constante en obras inútiles”. “La piscina se iba a construir en la rambla, que podían ir andando desde cualquier pueblo, desde Ocaña, Doña María, Escúllar, pero al final la hicieron justo al lado de la puerta de su casa, en Ocaña”, añade otro vecino. “Toda la familia, todos los hijos, las hijas, van construyendo casas y todo el mundo sabe que si una obra vale 7.000 euros te va a cobrar 21.000 y entonces luego entre ellos lo reparten. En un lavabo para obra social gastaron 17.000 euros”, declara otro.  “Cuando alguien le pone frente, o le quitan el trabajo o les denuncian. La gente tiene mucho miedo y no se atreven a dar la cara”.

“El marido (concejal de Urbanismo) es más la cabeza pensante, y ella (la alcaldesa) es la que da la cara, porque el marido no sabe hacerlo. Va por el mundo repartiendo besos a todo el mundo, los conozca o no. Es como Dr. Jekyll y Mr. Hyde, me tenía desconcertado, hasta fingía casi llorar para conseguir lo que quería”, asegura un vecino, y lamenta: “Digamos que todos hemos metido en la pata en su momento para ayudarla a llegar hasta ahí y ya, ella va empadronando nueva gente, y así mientras le dure”. 

La alcaldesa

LA VOZ también ha querido ponerse en contacto con la alcaldesa de Las Tres Villas para conocer su versión y darle la oportunidad de defenderse: “Yo no puedo decirle a una persona que necesita empadronarse en nuestro municipio. Es verdad que con el tema de la residencia ha habido más altas de empadronamiento, han comprado casas de aquí del pueblo y gente de la residencia que se han venido a vivir a nuestro pueblo. Hay gente que se ha comprado en pequeñas parcelas y ellos han querido empadronarse donde ellos quieren empadronarse. Pero hay personas que yo no conozco de nada. En vez de ir para arriba (el padrón), va para abajo”.

En relación a la contratación de su hija, la alcaldesa asegura que  “ella se presentó a una convocatoria y aprobó las oposiciones, que se vayan a recursos humanos de la Diputación, que ahí les dirán el año en que se convocaron con qué punto salieron y todo lo demás”. 

“No sé si han sido dos legislaturas o tres que nosotros grabábamos los plenos y los subíamos a la red, lo que pasa es que tuvimos un problema”, declara la alcaldesa.  Y en relación a la falta de conversación, recalca que “no puedes darle la voz a toda la gente que hay ahí. Aquí todo el mundo no puede hablar, tienen que hablar los portavoces. Uno que está del Partido Socialista, que es mi marido, y otra que es la portavoz del Partido Popular, y cuando terminamos el pleno se da la oportunidad de preguntar”. 

Por último, la alcaldesa incide en que hizo “un compromiso con el pueblo y los vecinos de las Tres Villas y, si tengo que dar mi vida por ello, la voy a dar”.