La historia se repite: el mar se traga las playas de Vera

La zona naturista de Vera vuelve a quedar anegada tras un temporal

Víctor Navarro / Marina Ginés
11:51 • 14 sept. 2024 / actualizado a las 13:13 • 14 sept. 2024

La costa de Vera trae a esta localidad almeriense un sin fin de bondades en forma de turismo y riqueza ambiental, pero al mismo tiempo, un rosario de sin sabores cada vez que el mar se encabrita. Una vez más, los temporales costeros vuelven hacer estragos en la popular zona naturista del 'Natsun', y es que poco ha necesitado el Mediterráneo para volver anegar de agua sus calles tras la tempestad marítima, ocurrida al amanecer.



Los veratenses, cansados de ver como llueve sobre mojado en sus playas por efecto del mar, vuelven a poner sus miras en unos espigones, que puedan contener estos efectos atmosféricos y proteger las playas. Desde el Ayuntamiento de Vera, vuelven a hacer hincapié en la necesidad de que el proyecto de Costas para la recuperación de las playas entre Garrucha y el delta del río Almanzora, mediante la construcción de espigones salga adelante. "La pasividad de Costas, que no es capaz de ejecutar, ni tramitar los ansiados espigones, están generando un problema recurrente en la zona naturista de Vera. La historia se ha vuelto a repetir.", señalan fuentes cercanas a la Corporación Municipal veratense.



La inundación que afecta a la zona del 'Natsun' en Vera Playa no es consecuencia de las lluvias, sino del mar. El primer temporal de septiembre ha provocado que el oleaje sobrepase la playa y alcance las áreas urbanas, volviendo a 'poner patas arriba' este enclave turístico del Levante almeriense. Mientras los espigones continúan esperándose como agua de mayo, cada vez que una tempestad marítima hace acto de presencia, cubre con fango y agua salada los negocios, hogares y chiringuitos de la zona naturista' ante la impotencia de sus residentes.






Los vecinos de la zona, resignados, expresan su malestar ante la repetición de esta situación cada año. Con las esperanzas puestas en unas soluciones que no llegan, como la construcción de espigones, las inundaciones siguen afectando sus hogares y negocios cada vez que el temporal golpea la costa. La frustración crece mezclada con la resignación entre quienes sienten que, temporada tras temporada, se ven obligados a convivir con el miedo de que el mar vuelva a reclamar su espacio, sin que se tomen medidas efectivas para evitarlo.






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