El policía detenido por el asesinato de Piorno era su paciente y planeó el robo

El agente, junto a un cómplice, habría asesinado al doctor en su casa tras intentar robarle

Imagen de la detención de uno de los presuntos implicados en la muerte del doctor Rafael Piorno.
Imagen de la detención de uno de los presuntos implicados en la muerte del doctor Rafael Piorno. La Voz
Mohamed Ezzizaoui
17:34 • 20 sept. 2024

El agente de la Policía Nacional implicado en la muerte violenta del médico Rafael Piorno Fermoselle en Aguadulce, José Javier F.M., el pasado 23 de agosto, era paciente del doctor y presunto cabecilla de un plan para robar en su vivienda. Según las conclusiones de la investigación llevada a cabo por la Policía Judicial de la Guardia Civil, el agente, destinado en la Comisaría de El Ejido, habría actuado junto a un cómplice, quienes habrían orquestado el asalto bajo un "plan preconcebido" para saquear la casa del doctor, conocida por estar en venta.



El crimen tuvo lugar a plena luz del día, alrededor de las 15.45 horas, cuando ambos sospechosos se personaron en la vivienda del médico, fingiendo interés en la compra del inmueble. El agente, quien conocía las rutinas del doctor, utilizó esta fachada para acercarse a su objetivo y facilitar el acceso a la vivienda de su compañero. Para el desplazamiento, se habrían servido de una furgoneta propiedad de la pareja sentimental del policía, quien también está siendo investigada, aunque actualmente se encuentra en libertad.



El cómplice, quien no era conocido por el doctor, llamó a la puerta de la vivienda con la excusa de realizar una visita para la posible adquisición de la casa. En ese momento, el hombre atacó a Rafael Piorno con un táser, dispositivo que fue posteriormente encontrado en los registros efectuados por la Guardia Civil en los domicilios de los acusados, ubicados en Roquetas de Mar, Almería, y León. Sin embargo, el doctor, de 76 años, reaccionó rápidamente y trató de defenderse con un cuchillo. Durante el forcejeo, su agresor lo apuñaló tres veces, causándole heridas fatales en el cuello y los hombros.



Tras el asesinato, el policía implicado accedió a la vivienda, vestido de forma que no pudiera ser reconocido por su víctima, dado que era paciente habitual del médico. Ambos asaltantes maniataron al doctor, quien falleció poco después sin tener oportunidad de pedir auxilio.



El plan inicial, que era robar en la casa del doctor, se vio frustrado por el giro trágico de los acontecimientos. Al percatarse del crimen, los sospechosos intentaron eliminar cualquier rastro del delito. Limpiaron la sangre, recogieron las prendas de ropa ensangrentadas y las cargaron en una bolsa de plástico, que luego fue depositada en la furgoneta aparcada en las inmediaciones. Para disimular, el cómplice utilizó ropa limpia de la víctima antes de abandonar la escena del crimen. Al día siguiente, los sospechosos huyeron hacia León, donde fueron posteriormente detenidos.



Hallazgos incriminatorios y detenciones



Las pruebas recabadas en el marco de la investigación llevaron al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Roquetas de Mar a ordenar el ingreso en prisión de los dos sospechosos por los delitos de homicidio y robo con violencia. La pareja del agente, propietaria de la furgoneta utilizada en el robo, permanece en libertad, aunque continúa siendo investigada.



Durante los registros en León y Roquetas de Mar, las autoridades hallaron una pistola, un machete de grandes dimensiones, munición y el táser utilizado en el ataque. También se descubrieron otros elementos vinculados al crimen en un local de Almería arrendado por uno de los detenidos.


La investigación ha puesto de manifiesto que el policía, que estaba en situación de inactividad, tenía un conocimiento directo de las costumbres del médico, debido a su relación como paciente. Sabía que el doctor quería vender la vivienda, ubicada en la calle Enrique Granados de Aguadulce, y aprovechó esta circunstancia para planear el robo. Además, ambos sospechosos eran plenamente conscientes de las medidas de seguridad necesarias para no ser identificados antes ni después del asesinato.


El cómplice, que había viajado expresamente desde León para cometer el delito, se hizo pasar por un interesado comprador para ganarse la confianza de Piorno. El plan, que incluía la vigilancia previa de la vivienda, estaba pensado para no dejar cabos sueltos, pero terminó en un homicidio que conmocionó a la comunidad de Roquetas de Mar.


El legado de una víctima querida

Rafael Piorno Fermoselle, además de ser un médico muy conocido en la localidad, había sido parte de las listas del Partido Popular en las elecciones municipales de 2023. Su cuerpo fue hallado dos días después de su muerte, maniatado y con múltiples heridas de arma blanca, gracias al aviso de un vecino que notó su ausencia.


Este trágico suceso ha dejado una profunda huella en la provincia de Almería, donde Piorno era apreciado no solo por su labor médica, sino también por su participación en la vida política y social del municipio roquetero. La investigación sigue su curso, pero las autoridades ya cuentan con pruebas sólidas que apuntan a que el crimen fue el resultado de un robo fallido, ideado por alguien que, paradójica y presuntamente, había sido tratado por la misma víctima.



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