Carboneras

El uniforme por la pluma: la historia del guardia civil que escribe libros

Manuel Reinaldo Méndez vuelca en el papel sus experiencias tras décadas de servicio

Manuel Reinaldo posa con varios de sus libros.
Manuel Reinaldo posa con varios de sus libros. La Voz
Alberto Godoy
21:48 • 22 sept. 2024

Decía el maestro Scott Fitzgerald que uno no escribe porque quiera decir algo, sino porque tiene algo que decir, y eso es justo lo que lanzó a Manuel Reinaldo a los brazos de la tinta. Natural de Toledo, pero “carbonero de adopción”, el ex guardia civil, diplomado en Criminología por la Universidad de Barcelona, es un apasionado de la novela policíaca y autores como Lorenzo Silva, Leonardo Padura o Víctor del Árbol descansan entre sus más de 3.000 libros.



“A Lorenzo Silva lo conocemos de haber estado aquí durante varios veranos  y está súper documentado, todas sus novelas son una maravilla, es con diferencia el que mejor conoce a la Guardia Civil. El único pero que cabe hacerle es que no es guardia civil, por lo que se le quedan fuera del tintero algunas cosas”, confiesa Manuel. Y fue precisamente ahí, en ese tintero, donde encontró una de las razones que le hicieron ponerse a volcar su experiencia en el papel: “Me vi motivado porque soy un gran lector de novelas policíacas y veía sobre todo la cantidad de errores que se cometen por parte de los autores por algo tan simple como no ir a una comisaría, a un cuartelillo, a documentarse, hay muchos autores de novela negra que no son fieles a la realidad”. 



Documentación



Por poner un ejemplo, Manuel asegura que uno de los autores más famosos de la novela policíaca de nuestro país hace “treinta o cuarenta veces referencias al capitán de la Policía Nacional, cuando hace más de cuarenta años que no existen rangos militares en la Policía Nacional”. Otro ejemplo es el de dos autoras, también españolas, que sitúan a tenientes al mando de la Policía judicial de El Escorial, cuando “jamás en la vida ha habido un teniente jefe de Policía judicial en El Escorial en cuarenta años, porque todos  los equipos, los doscientos que hay, están mandados por suboficiales”, asegura. 



“Estamos muy influidos por las series de televisión y la ficción en general”, continúa, “y en todas las películas se ve a los policías metiendo las pruebas e indicios en bolsas de plástico, y eso es un error, es un error de libro. En las bolsas de plástico solamente se meten, papeles, informes, algún libro que interese meterlo, el resto se mete todo en bolsas de papel. Además, te aseguro que el ochenta por ciento del trabajo de un policía es de oficina haciendo informes”.



Manuel ingresó en la Guardia Civil con apenas dieciocho años y estuvo destinado durante la década de los ochenta en el País Vasco, etapa de la que terminó tan agotado que decidió pedir una excedencia. Fue entonces cuando comenzó a escribir: “Tuve la oportunidad de viajar durante dos años por veinte países de América, y como resultado de ese viaje salieron varios libros que conseguí publicar”. “Fíjate si a veces el destino es curioso, que después de estar veinte años sin volver a México, consigo volver para dar un cursillo a la Policía Federal y, estando en el hotel, me entero de que con un libro que había presentado había quedado finalista”. 



Su relación con Carboneras



“Mi padre estuvo aquí el año 59 de guardia, después volvió de teniente”, comenta Manuel. “Yo me vengo después de haber estado nueve años en El Escorial como jefe de equipo de la Policía judicial, porque allí era un no parar: que si una denuncia por violación, un robo con intimidación... y aquí pasé de siete u ocho llamadas al día a dos a la semana, por lo que estuve muy a gusto”. Tras obtener una vacante en Toledo y un traslado a Illescas, Manuel regresó a Carboneras, solo que la segunda vez no fue tan óptima como la anterior: “En la primera etapa me entraron únicamente doce pateras en tres años. Mi sorpresa llegó cuando en los dieciséis meses de la segunda vez entraron setenta y cinco. Estábamos desbordados, por lo que volví a irme. Ahora que estoy prejubilado vuelvo cada vez que puedo”.


Cuarto libro

El próximo 28 de septiembre, en el Faro de Mesa Roldán de Carboneras, Manuel presenta su cuarto libro, ‘Paso corto, vista larga y mala leche’, en referencia al lema “no oficial, pero oficioso” de la Guardia Civil, en el que intenta “describir el día a día de una unidad del cuerpo. En este caso, un equipo de la Policía judicial”.


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