La falta de curas deja sin misa la capilla del Hospital Provincial

Hace dos meses que no se dice misa en la capilla del Hospital Provincial. Los vecinos del Casco Histórico y los hermanos de la cofradía de Rosario del Mar, que tiene su sede en el antiguo Hospital de Santa María Magdalena, se han quedado sin capellán, lo que supone, por un lado, que no se rinde culto a sus imágenes y, por otro, que ya no se expone el Santísimo. Esta situación les causa un profundo malestar, pero sobre todo evidencia un problema de mayor alcance.

Según el vicario del Clero y para la Ciudad, Manuel Menchón, la causa que ha propiciado que se hayan suspendido los cultos en la capilla es la falta de sacerdotes. “No tenemos capellán porque no tenemos sacerdotes suficientes y Don Agustín, el que se encargaba de hacerlo, está muy mayor; en cualquier caso, allí solamente se decía misa los domingos y era a petición de la hermandad”, explica en declaraciones a LA VOZ.

Menchón, actual párroco de Santa Teresa, asegura que en la Diócesis de Almería hacen falta como mínimo cuarenta curas. “Aunque nos conformamos con veinte”, afirma. De hecho, ayer él mismo tuvo que oficiar cinco eucaristías. En la actualidad, el seminario cuenta con 25 alumnos, de los cuales cuatro se van a ordenar este año. “Unos se ordenan, pero otros se jubilan. Y eso que el obispo [Adolfo González Montes] pide a muchos que hagan un esfuerzo y sigan en activo”, explica. 

“En la provincia tenemos muchas parroquias desatendidas, yo creo que hay que anteponerlas a la misa de una hermandad. Los vecinos siempre pueden ir a oír misa a la iglesia de San Juan, que está al lado. Claro que si se ordenase un nuevo sacerdote y éste se prestase de forma voluntaria...”, reflexiona Menchón.

Mientras, el hermano mayor de Rosario del Mar, Javier Muñoz del Pozo, se muestra resignado por no poder cumplir una de las funciones de la cofradía, rendir culto a sus titulares, Nuestro Padre Jesús de las Penas y María Santísima del Rosario del Mar. “A mí me da mucha pena porque la capilla es un dulce, la cuidamos y la mimamos. Somos como una familia”, se lamenta. 

Los vecinos del Casco Histórico incluso han barajado la idea de poner en marcha una campaña de recogida de firmas. “Nuestro único consuelo es que la capilla sigue abriendo, lo hace una persona de la hermandad y ponemos velas a las imágenes. Desde el Obispado nos han dicho que en julio lo van a estudiar y que en septiembre podría haber un nombramiento”, indica Muñoz del Pozo, deseoso de alcanzar una solución que satisfaga a todas las partes.