Almería da de comer a 53 millones de personas con el agua de 250.000

Almería da de comer a 53 millones de personas con el agua de 250.000

Antonio Fernández
23:40 • 10 nov. 2012

La dimensión estrictamente económica de la agricultura intensiva almeriense es sobradamente conocida y desde hace ya más de cuatro décadas es el sustento de miles de familias y también de la economía provincial. Es sin duda el primer sector productivo almeriense, pero según las investigaciones realizadas por un grupo de trabajo de la Universidad de Almería es mucho más que eso, que datos y balances.
Desde hace diez años doce universidades españolas y latinoamericanas, entre ellas la Universidad de Almería, trabajan en el VI Seminario Internacional de Cooperación y Desarrollo en Espacios Rurales, Sostenibilidad e Indicadores. Decenas de investigadores estudian en España y en general en Iberoamérica otros aspectos de tanta importancia como los datos de mercados, desde los componentes sociales a la ‘resiliencia’ o la sostenibilidad económica y ambiental.
Y de esos estudios emana una conclusión: la aplicación de tecnología y la propia identidad del ‘modelo almeriense’ lo han llevado a ser considerado uno de los más avanzados del mundo, si o el que más, en cuanto a los niveles de eficiencia.
El primero de los puntos clave es que Almería, a diferencia de buena parte de los modelos estudiados, basa su sistema productivo en explotaciones de tipo familiar y pequeño tamaño (apenas hectárea y media por término medio), una cultura muy extendida que ha permitido un reparto mucho más amplio de la riqueza generada, que además genera un capital social de gran importancia porque se extiende a los servicios o a la industria auxiliar. Según Emilio Galdeano, director del equipo de trabajo en la Ual, se trata de familias y de empresas familiares que se han desarrollado a nivel local, que han permitido un reparto amplio de los beneficios y que cuentan con una experiencia y una cultura que se convierte en una de las fortalezas del conjunto del sector.
Desequilibrios sociales
Frente a problemas de desequilibrios o de fuertes diferencias sociales que son habituales en otros modelos, en el caso de ALmería ese ‘modelo social’ afecta positivamente al conjunto de las actividades, desde la comercialización o la distribución, a través de cooperativas de productores, a la industria auxiliar, en algunos casos surgida de esas cooperativas o sociedades agrarias.
Según el estudio, ese carácter social genera empleo y riqueza para amplias capas de la sociedad almeriense, porque no hay espacio para los monopolios o para los latifundismos. Ese alto nivel de integración social incluye a los trabajadores, muchos de ellos extranjeros, que encuentran buenas condiciones de trabajo y remumeraciones regladas que no tendrían en sus países de origen.
Pero además, presenta un alto nivel de resiliencia, entendida como la adaptabilidad del sector y su carácter endógeno que le permite adaptarse y mantener el grado de actividad desde hace ya casi medio siglo. “Estos elementos sorprenden cada año al resto de los investigadores de este proyecto porque se dan un conjunto de efectos sinérgicos y complementarios sin los que es difícil entender el proceso de crecimiento que viene experimentando Almería en las últimas décadas”, afirma Galdeano.
Un modelo sostenible
La otra ‘pata’ del análisis reside en la sostenibilidad del modelo, basada en la eficiencia en el uso de recursos e indicadores de huella ecológica, desde el suelo a los recursos hídricos. Hay un dato que resume muy bien ese nivel de eficiencia y es que, según los estudios realizados, la ‘huella hídrica’ en el Poniente almeriense arroja un balance demoledor: “con el agua que utilizan 250.000 personas, el s






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