Un vecino de Mataró busca familia en apuros para cederle su casa en Vera

Su voz llegaba ayer bien timbrada a través del auricular, sin miaja de acento catalán, a pesar de que suma seis décadas de estancia en la barcelonesa Mataró.
Eulogio Carmona Medina, un motrileño hijo de guardia civil, fue ayer uno de los personajes del día en toda España, en todas las televisiones y radios del país.
Ha salido del anonimato este empresario jubilado, exagente inmobiliario, gracias a un gesto que le honra y que espera se propague como la pólvora: busca una familia en apuros, al borde del desahucio, para cederle gratuitamente su vivienda de vacaciones por un periodo de al menos dos años.
Eulogio lo venía pensando desde hacía meses, de consultas con la almohada, y el detonante fue la trágica muerte de una vecina de Barakaldo, que se lanzó desde un cuarto piso instantes antes de ser desahuciada. “Ese día lloré como un berraco, como no lo había hecho nunca en mis 64 años”. Y decidió, desprenderse por un tiempo de su casa almerienses, ya que tiene su primera vivienda en Mataró y otra de vacaciones en El Pirineo, donde se encontraba ayer disfrutando del Puente.
Publicó su caritativa oferta en   twitter y en su camino se cruzó una abogada mallorquina con miles de seguidores en la red que se  ha ofrecido para redactar los términos del contrato de cesión.
Eulogio seguirá en el tiempo de la cesión pagando el IBI y la familia agraciada se hará cargo de los gastos de luz, agua y comunidad.
Una vez se presenten los candidatos, Carmona acudirá a Vera para entrevistarse con ellos y firmar con la familia elegida el documento de cesión. Espera este alma caritativa que la familia elegida, que de verdad lo necesite, sin recursos de ningún tipo, pueda estar bajo el techo de su casa esta Navidad.
La vivienda, en la que Eulogio, su mujer y sus cuatro hijos no pasan más de una semana en agosto, está situada en la urbanización Thalassa II de Vera, en el cerrillo de San Julián, junto al Cabezo Largo y el Salar de los Canos. La compró en 2007 por 180.000 euros -ahora se venden a la mitad- y está   compuesta por dos dormitorios dobles, baño cocina y sala de estar. Eulogio la compró, por medio de unos amigos que también adquirieron otra en la zona, alentados por la cercana estación del AVE,  y se encuentra vacía la mayor parte del año. Ahora en invierno, en las inmediaciones, hay poca vida, solo se oye el viento y el graznido de los patos de la charca colindante.
Eulogio reconoce que tiene pocas amistades en Vera porque va poco por allí, a excepción de la peluquera Mari Carmen que le tinta el pelo a su esposa.