Cientos de fieles reciben al Cristo de la Buena Muerte tras su restauración

El Cristo de la Buena Muerte ha vuelto a casa. Lo hizo el pasado domingo rodeado de cientos de vecinos del barrio de La Loma de la Mezquita deseosos de volver a tener cerca a su Cristo, que durante cerca de cuatro meses ha estado en Sevilla para ser restaurado por el imaginero Navarro Arteaga.

“Nos hemos quedado boquiabiertos. Está perfecto”, explica a LA VOZ el vice-Hermano Mayor de la Cofradía Sacramental de Nuestra Señora de las Angustias y el Santísimo Cristo de la Buena Muerte, David Álvarez. La Cofradía ha querido recibir a su Cristo como “cuando llevas mucho tiempo sin ver a un familiar y quieres celebrarlo de forma especial”. Para ello, el pasado domingo organizaron una ‘mini-procesión’ que partió desde la Plaza Cabriles (más conocida como el parque de Lola) hasta la Iglesia de Santa María de la Paz.

Un recorrido que contó con la presencia de cientos de vecinos, así como de los ediles ejidenses Ángel Escobar y Alberto González. “Fue un momento precioso, porque a medida que íbamos recorriendo las calles se sumaba más gente, que no se habían enterado de que el Cristo había vuelto, y al ver el bullicio se acercaban para ver si de verdad ya estaba aquí”, explica el vice-Hermano Mayor de la Cofradía.

Policromía
La imagen del Cristo estaba deteriorada como consecuencia de la climatología afectada, sobre todo,en su policromía. El imaginero sevillano, quien talló la imagen, ha permitido devolver a la talla toda su belleza.
Ahora los miembros de la Cofradía, que han estado durante meses recaudando fondos, a través de rifas, donaciones y la celebración de diferentes actividades, para hacer frente al gasto que ha supuesto su restauración, ‘mimarán’ aún más a su Cristo.

“El domingo, fue portado por el cuerpo de costaleros de Nuestra Señora de las Angustias, quienes llevaron guantes para preservar la policromía. Además, al acto acudió el Capitán Paris de la Legión quien nos aseguró que los Caballeros Legionarios seguirán portando la imagen el Viernes Santo, y que han decidido hacerlo con guantes para preservar la imagen que tanto quieren”, indica Álvarez.

Tras el recibimiento por la calles y su llegada a la Iglesia de La Loma se realizó una reverencia al Cristo que vuelve a lucir con todo su esplendor gracias al empeño y trabajo de su Cofradía.