Almería siembra calidad y talento en la jornada clave de la Messe

Un minuto en la Messe berlinesa  se puede transformar para un empresario almeriense en el negocio de su vida. Aquí están, cada uno con su escudería, los fórmulauno de este entramado mundo del sector agroalimentario: desde productores, a comercializadores, desde transportistas a distribuidores, desde la industria auxiliar a las grandes cadenas alimentarias.

En este tablero teutón se juegan los cuartos las comercializadoras almerienses. Por eso ayer fue un día de afanes, de contactos comerciales, de pescar futuros clientes, de siembra para recoger cosecha. Hay quien busca, en este  mapamundi de vitaminas y fibra, manzana leridana, cebolla aragonesa o tomate almeriense. Ayer, por tanto, era el día: se palpaba en los gestos, en los movimientos de brazos en los pabellones, en los encuentros a uña de caballo en las mesas camilla de stand como el de Vicasol, en el de Unica Group, de Pepe Martínez Portero, entre catálogos de  Angelos y platos de fabada y pisto almeriense.

Hubo desembarco político (encabezado por el consejero Luis Planas Puchades) que se dejó ver toda la mañana pisando moqueta, estrechando manos, atendiendo ruegos, bebiendo zumo de naranja en Anecoop o gazpacho en la CASI. En ese espacio de la cooperativa de Los Partidores estuvo un día más José María Andujar, presidente, junto a José Angel González, su homólogo en la cooperativa Parque Natural que comercializa 25 millones de kilos de tomate y sandía.

Desembarcó también Cajamar ayer con Miguel Rodríguez de la Rubia, García Torrente, Francisco González, Juan Gázquez, junto al consejero y presidente de Hortyfruta Paco Góngora. Este hombre, con su bigotillo mexicano y su templanza, tiene como reto echar agua fría a los ánimos caldeados de la Interprofesional y, al tiempo, hacer marca común. Es un capítulo relacionado son los conta tos que trata de establecer Trini Cabeo, presidenta del Puerto, para que el sector tenga en cuenta el transporte marítimo para el envío de frutas y hortalizas a Rotterdam y Amberes. Se dejó ver con representantes del puerto de Southampton, su nuevo socio en esta empresa.

Avanzaba la mañana en ese ambiente confortable que proporciona la calefacción de la Messe, mientras fuera los cristales chorreaban vapor y los vendedores de salchichas bratwurst hacían su agosto en febrero. Zumos naturales, montañas de piñas, naranjas valencianas, lechugas de Primaflor y por allí, un veterano empresario asturiano, ya casi almeriense, Fernando Cosmen, que cuenta con invernaderos modélicos en su finca del Alquián, junto al cortijo que fue de los Pérez Manzuco, donde se tocaba el pianos y se hacían bailes a principios de siglo entre los próceres almerienses.

Pedro Caparrós, que ha conseguido poner una pica en la capital germana con sus mermeladas de hortalizas, prevé hoy enseñar su centro distribuidor para toda Alemania y su tienda gourmet en el Mercado Central de la ciudad.  A la Messe se ha acercado también este año José Luis Muñoz, presidente de los promotores almerienses, pero enraizado también con la tierra fértil de la Vega del Andarax donde sueña con cultivar algún día frutas y verduras.
16 empresas de la provincia han estado presente este año en la Muestra berlinesa, una heroicidad tratándose de tiempos tan lúgubres. Cada uno de estos emprendedores urcitanos que anda por estas tierras, esconde en el fondo de su alma una ilusión, la de dar con el bálsamo de fierabrás, con la pócima, con el producto que rompa mercados. Como la ilusión que se notaba en los ojos de Juan Antonio Planelles, de Agroiris, etiquetando unas bolsitas de pimientos dulces deshidratados para comer como palomitas en los cines de toda Eurpa.

Está Almería donde debe estar: visible para el resto del mundo, en esta nueva cita que, en definitiva, es un pulso dentro de un sector en constante movimiento en el que cada transacción satisfactoría puede generar empleo y riqueza para la provincia.