El barrio Araceli llora al paso de su Cristo a la caída de la tarde

El barrio Araceli llora al paso de su Cristo a la caída de la tarde

José Luis Laynez
14:05 • 23 mar. 2013

Quien quiera vivir la ‘madrugá’, que se vaya a Sevilla y se empape de ella; porque aquí en Almería, las procesiones gustan a la luz vespertina, preferiblemente con los últimos rayos de sol. Visual y plásticamente, el cortejo procesional en general y los pasos en particular lucen más. Si encima de salir de noche, el viento apaga la candelería (algo muy habitual en Almería) el paso lo ve el capataz... y pocos más.

Viene a cuento esta reflexión porque el Cristo del Camino estrenó horario de salida y en lugar de ser a las 9 de la noche, ganó las calles de ‘su’ barrio de Araceli a las 7 de la tarde. ‘¡Qué diferencia!’ ‘¡Qué bonito va!’ ‘¡Nunca lo había visto tan impresionate!’ Estos y otros similares eran los comentarios de los vecinos mientras inmortalizaban con sus móviles y cámaras la procesión.

En el año 2002 salió en Vía Crucis por vez primera por el barrio de Araceli y cuatro años más tarde, ya como prehermandad, lo hizo en procesión. Siempre en horario muy tardío, ya noche cerrada, y la desgarradora imagen del Crucificado resultaba tenebrosa e incluso daba miedo a los más pequeños; y las fotos eran manchas negras.
El que media procesión transcurra con luz natural, hace que el Cristo del Camino en particular y todo el cortejo en general gane en belleza plástica y el trabajo luzca  más. Hemos de reseñar que el trono es nuevo, más grande, de madera de caoba, ornamentado con flores silvestres, claveles morados e iris rojos, que lucían más y mejor a la luz del día.

Cuarenta costaleros portaban sobre sus hombros al Cristo del Camino, al mando de los capataces Pablo García y Ernesto Fajar-do; diez más esperaban su turno. Delante del paso, la fila presi-dencial, con el consiliario, José Antonio Morillas,  su antecesor, Antonio Castillo, y la hermana mayor, Araceli Cazorla.

Medio centenar de nazarenos, ataviados con túnica blanca y capa, cíngulo y antifaz burdeos, componían las filas, en medio de las cuales aparecían las Insignias. Abría el cortejo la cruz guía, ante el paso iba el estandarte corporativo, el libro de reglas y lo flanqueaban mazas y faroles.

La salida

Pocos minutos habían pasado de las 7 de la tarde, cuando la conmovedora imagen del Cristo del Camino, tras realizar una revirá en el interior de la carpa, instalada en la plaza Virgen de Gádor, se asomó al exterior. Como es tradicional en la Cofradía, aún hubo tiempo para la primera levantá en el interior, honor que correspondió al concejal Carlos Sánchez.

La tarde se presentaba fría, ventosa y desapacible. La altura a que está situado el barrio de Araceli hacía que la sensación térmica fuese aún más baja. Eso sí, las cuestas que subía y bajaba la procesión hizo que pronto todo el cortejo entrase en calor.

Las calles, estrechas, irregulares, zigzagueantes, daba una sensación de mayor cercanía del pa-so del Cristo del Camino y Ntra. Señora de la Salud. Y en ellas sorprendió la noche al cortejo.







Temas relacionados

para ti

en destaque