A las seis en punto de la tarde se habrían las puertas del Museo de la Ciudad de Almería para que la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de María Santísima del Rosario del Mar en sus misterior dolorosos, Nuestro Padre Jesús de las Penas en el abandono de sus discípulos y Santa María Magdalena realizara su Estación de Penitencia por las calles del casco histórico de la ciudad.
Con las marchas tituladas ‘De San Fernando al Cielo’ y ‘Sentimiento Gitano’ Nuestro Padre Jesús de las Penas e interpretadas por la banda de cornetas y tambores Asunción, de Jódar, iniciaba su caminar por la Ronda del Beato Diego Ventaja, portado por los treinta y cinco costaleros que calza el paso, cuadrilla compuesta por cincuenta
hombres y dirigidos por su capataz General, Rafael Morcillo.
La emoción se hacía presente entre los ciudadanos que llenaban la plaza de Jesús Cautivo ante la primera levantá del paso de cristo que su capataz dedicó al director de la banda de Jódar, ManuelBartolomé Latorre Balboa, fallecido el pasado 29 de enero y que se encontraba muy ilusionado con poder acompañar a Jesús de las Penas.
Por su parte, el paso de palio de Nuestra Señora del Rosario del Mar se hacía presente en las calles de Almería a los sones de la marcha titulada ‘Valle de Sevilla’, interpretada magistralmente por la Asociación Musical San isidro, de
Armilla.
En la presidencia acompañaron al hermano mayor, Javier Muñoz del Pozo, el vicario General de la diócesis y párroco de San Juan, Tomás Cano; y Eduardo Campos, jefe de servicio de la Autoridad Portuaria de Almería.
Con una cuadrilla para el paso de palio formada por cuarenta costaleros y calzando treinta, se adentraron por las zonas más emblemáticas de la ciudad hasta llegar al Real Hospital de Santa María Magdalena, donde radica la cofradía y donde Ana Mar García interpretó la primera saeta de la Semana Santa, en esta ocasión a la imagen de Jesús de las Penas.
“Me siento emocionado al ver la respuesta de los almerienses, después de que el pasado año no pudiéramos disfrutar debido a las inclemencias meteorológicas”, señala el hermano mayor, Javier Muñoz del Pozo.
Uno de las zonas más esperadas entre los devotos que acompañaron a la cofradía durante su Estación de Penitencia era verlos procesionar por las estrechas y empinadas calles de Santa María y Cruces Altas, hasta llegar a los mismos pies de la Alcazaba. “Ver a Jesús de las Penas en el monumento santo y seña de Almería como es la Alcazaba, uno de los rincones más bellos de cuantos muestran a los almerienses y visitantes las cofradías de Almería, te llena de orgullo. Llegar hasta aquí es muy complicado por la estreched de las calles y empinadas cuestas que dificulta el trabajo de los costaleros. Me siento muy orgulloso de mis hombres”, concluye el capataz del paso de Cristo, José Carmona, que se encontraba acompañado por los auxiliares del paso José Manuel y Héctor Martínez.
Los pasos, escoltados por la Policía Portuaria, iban adornados con rosas roja e iris morado, para el Cristo; y piñas de rosas de color rosa, calas blancas y fresillas lila, en las jarras en la Virgen.
Finalizada la procesión, la diputada mayor, María Luis Segovia, recibió la felicitación por la gran procesión realizada, estando asistida por los diputados Conrrado Segovi, María Mercedes Morcillo, María José Molina y María Luisa Muñoz del Pozo.
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