Buena Estrella: El paso de Misterio estrenaba la talla de los costeros de la canastilla

Buena Estrella: El paso de Misterio estrenaba la talla de los costeros de la canastilla

José Luis Laynez
18:54 • 24 mar. 2013

Desde el año 1996 procesiona la Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de las Penas y María Santísima de la Estrella por Carrera Oficial, tras las cuatro salidas reglamentarias por su barrio de Regiones en Vía Crucis. Son ya 18 años los que, primeramente el Paso de Palio y diez años después también el de Misterio, realizan un recorrido aproximado de cinco kilómetros la tarde del Domingo de Ramos.


En ocasiones, tardes primaverales y placenteras; otras, invernales, ventosas e incluso lluviosas. Pero la Madre de Regiones siempre ha llevado a su barrio tras ella al centro de la ciudad. La Estrella tiene esa potestad: hace que el centro se acerque a Regiones para ver la salida y que Regiones vaya al centro en el discurrir procesional. Y todos se dan cuenta que no están tan lejos como parece.


Guapísima, como siempre, la Virgen de la Estrella lucía su largo manto azul marino, y procesionaba bajo el palio de idéntico cromatismo. El paso de Misterio, Nuestro Padre Jesús de las Penas, presentaba este año una novedad: el estreno de la tercera fase de la talla de los costeros de la canastilla, obra diseñada por los sevillanos Manuel Guzmán padre e hijo.




Ya sólo falta un último empujón, que se dará el año que viene, para finalizar totalmente la canastilla. Hay que tallar las cuatro esquinas y las cuatro cartelas, y el paso de Jesús de las Penas lucirá en todo su esplendor en 2014. Sólo faltarán dos años para el esperado XXV aniversario de la fundación de la Hermandad, algo que sucedió en 1991. “Parece que fue ayer”, nos decía el hermano mayor, Manuel Navarro.


Ochenta y cinco costaleros en total portaban ambos pasos, siendo la calza del paso de Misterio 45, y 30 el de Palio. José Antonio Cabrera comandaba el primero de ellos, y Jesús Ruiz el segundo, con el ‘eterno’ Manuel López de capataz general. Veinticinco mantillas eran las camareras que acompañaban a la Estrella en su procesión por las calles de Almería; y unos 150 nazarenos formaban las filas.




Eran las 6:15 de la tarde cuando se abrieron las puertas del local anexo al templo de Regiones y los allí congregados pudieron ver (¡por fin!) los pasos del Cristo de las Penas y la Virgen de la Estrella. Un solo de trompeta interpretando la popular ‘Saeta’ de Machado desgarró el aire de la tarde, tocado ante los Titulares cuando aún estaban bajo la carpa prestos a salir.


A los sones de la banda de Cornetas y Tambores ‘Santa Cruz’ ganó la calle el paso del Cristo de las Penas, con los soldados vigilantes, los dos ladrones expectantes y el Cirineo ayudándole a portar la Cruz. Minutos después salió la Virgen de la Estrella, bellísima, con la música de la Agrupación Musical ‘Santa Cecilia’, de Sorbas, de fondo. La emoción se desbordó en las buenas gentes de Regiones.




Las saetas


Como manda la tradición, los saeteros estaban esperando la salida de los pasos para desgarrar su voz y sus sentimientos ante el Cristo y la Virgen. El Niño de las Cuevas, a la Estrella; su hija Ana Mar al Cristo de las Penas; y Paco Berenguel a ambos pasos. Lograron el milagro con sus quejíos de hacer guardar silencio a la multitud que se agolpaba en la calle Alta de la Iglesia en señal de respeto.


Este año se sumó una nueva saetera, que no quiso perder la oportunidad de cantar a la Estrella pero quiso permanecer en el anonimato. Voluntad puso, desde luego; y sentimiento no le faltó. Es lo que cuenta. La Virgen lo agradece igual.


La tarde se presentaba ventosa y desapacible pero, al menos, la amenaza de que la lluvia que había caído durante toda la noche anterior reapareciera ya no existía... por el momento. Sol y nubes en el cielo de Almería; y demasiado viento de poniente para gusto de todos, aunque conforme avanzaba la procesión iba desapareciendo paulatinamente. Ahora el temor era la lluvia, que podía aparecer.


La candelería a duras penas aguantaba encendida, y en cada parada el pabilero tenía que emplearse a fondo para acertar en las velas apagadas, más de las que él desearía. Luego, en Carrera Oficial, ya sería otra cosa y las imágenes resplandecerían con luz propia... y de la candelería, que ya no se apagaba.


Casi ocho horas de procesión esperaban a los nazarenos, con su tradicional túnica y capa de raso blanco, con escudo sobre el antifaz y fajín de terciopelo azul marino, mantillas de luto riguroso, costaleros de faja y costal y autoridades cofrades. Había que llegar a Carrera Oficial a las 9:30 de la noche, y no iban a retrasarse un solo minuto.


Protección Civil, hermanos honorarios de la Estrella, iba al frente del Paso de Palio. Tras abandonar el barrio de Regiones, centenares de fieles siguieron a sus Titulares por San Juan Bosco, Alcalde Muñoz y, la novedad: baja por San Leonardo, Obispo Orberá y Javier Sanz. Las obras de García Alix tuvieron la culpa.



Temas relacionados

para ti

en destaque