Gran Poder salió un cuarto de hora antes y lució brillante en una tarde desapacible

Almería tiene un microclima en el que se estrellan los meteorológos. Tradicionalmente, los ‘hombres del tiempo’ de TVE han fallado más que una escopeta de feria al vaticinar el tiempo en nuestra ciudad. El primero de ellos, el histórico Mariano Medina, hablaba del ‘anticiclón de las Azores’ y nadie sabía qué era aquello que tanto afectaba al clima. Pues es ahí donde hay que mirar, en las modernas fotos del satélite, para ver qué tiempo va a hacer en Almería. Esta Semana Santa el anticiclón está  en las islas Azores, empujando las borrascas hacia el Norte. Para que llueva aquí, la borrasca debe entrar por Cádiz, no por Portugal. Conclusión: salvo alguna gotita despistada, no lloverá, aunque el viento... Eolo tiene especial predilección por Almería.

Viene a cuento esta disertación por las previsiones para la primera mitad de esta Semana de Pasión, con vaticinio de lluvia. Toquemos madera, pero de momento no ha aparecido y no parece que lo vaya a hacer. De ahí que las tres Cofradías que ayer, Lunes Santo, procesionaron por Almería pudieron hacerlo con aceptable tiempo. Nubes y viento, pero eso es intrínseco a la Semana Santa.

La procesión de Jesús del Gran Poder salió de San Pío X un cuarto de hora antes de lo habitual,  a las 19.15 h. El juramento de silencio que hacen los hermanos les impedía preguntar por el tiempo que hacía en  el exterior; todos salían mirando al cielo y respiraban aliviados. Con el viento de la Avenida Cabo de Gata ya cuentan como algo genuino de la procesión. Pero bueno, tampoco era demasiado fuerte. Se preveía una buena procesión, más de cinco horas en la calle y cinco kilómetros de recorrido relativamente tranquilos.

Récord de participación

Este año, la Cofradía ha batido su récord de participación: 180 hermanos han vestido su sobria túnica y capirucho negros para componer las dos largas filas que flanqueaban a Jesús del Gran Poder. Mantillas, ya se sabe, no lleva esta Cofradía. Representantes de la Cofradía hermana del Nazareno del sevillano pueblo de Aguadulce, acompañaron al Titular. El paso llevaba una ornamentación floral sobria: una alfombra de claveles rojos a los pies de la Sagrada Imagen. El paso calza 35 costaleros, sabiamente dirigidos por el eterno capataz Manuel Sánchez Amate. ¿Que quién es ese? Pues ‘el Tachuela’. Ah, ya cae, ¿verdad? El Cristo que Navarro Arteaga esculpió en 1996 no ha tenido otro capataz que él. Una novedad presenta este año el paso: haciendo un notable esfuerzo económico, la Hermandad ha conseguido que los laterales de la canastilla luzcan dos nuevas tallas de gran belleza y minuciosidad. Ya sólo faltan las dos traseras para completar el labrado del trono. Los hermanos del Gran  Poder quieren acometerlo este año.

Al ganar la Imagen la calle Téjar, echamos en falta la tradicional saeta de Toñi, una vecina del barrio del Zapillo. El Gran Poder preguntó por ella. ‘Tiene una promesa y va de nazarena’, le dijo ‘el Tachuela’, el único que puede hablar. 

La tarde, ya casi noche, seguía benévola en lo climatológico. El cortejo continuó por calle Bilbao para ganar la temida Avda. Cabo de Gata a la altura de La Habana. Decenas de vecinos del Zapillo se sumaban al cortejo, tras el Cristo, a su paso por su calle o por su casa. Muchos por promesa, hombres y mujeres, descalzos en muchos casos, empujando cochecitos de niños chicos, de todas las edades y condición social. El Gran Poder tiene la virtud de igualar al rico con el pobre. Todos siguen su estela, su paso, su Imagen.

Eran las 9.30 de la noche cuando la Cruz Guía se situó a la entrada de Carrera Oficial. Tres diputados  subieron a Tribuna Oficial, donde este año se encuentra de nuevo el palquillo de petición de venia, para realizar dicho acto solemne. Como es de recibo, la petición se hizo por escrito, ya que el voto de silencio de los hermanos en el desfile procesional les impide hablar. La venia les fue concedida y Jesús del Gran Poder se preparó, por decimoquinto año, a subir la Carrera Oficial que permanecía totalmente a oscura, en señal de que procesionaba una cofradía de luto. Media hora permanecieron en ella. A las 10 empezaron el regreso. Y pasada la medianoche, se recogieron.