Está claro que los barrios vienen empujando, y fuerte. Una muestra de ello es la hermandad de Coronación de Los Molinos, que a pesar de la situación actual ha engrandecido este año notablemente su patrimonio con diversas novedades, presentando a la vez una nueva imagen con la unificación de los hábitos de nazarenos de los dos pasos, realizados en sarga con túnica blanca con botonadura, cíngulo de seda y antifaz burdeos, con escudo de la hermandad bordado sobre el pecho en hilo de oro. La Virgen de Gracia y Amparo lució nuevo terno compuesto por saya, mangas y sardineta en hilo de oro y sedas, sobre otoman marfil, realizado por Dolores Céspedes Carrillo con el diseño de Javier Barranco Casimiro.
También han restaurado, ampliado y plateado los varales del paso de palio, realizado en Orfebrería Santos-Campanario, de Sevilla. La gran novedad fue la corona de la Virgen, realizada por el orfebre Jesús Iglesias, de Sevilla.
Por su parte, el palio estrenaba la primera tanda de la candelería del paso de palio, repujada y cincelada con baño de plata también por Orfebrería Santos-Campanario, de Sevilla, así como la ráfaga en metal plateado repujada y cincelada para la Virgen Milagrosa de la capilla del paso de palio.
Paso de Misterio
El esfuerzo realizado por los cofardes este año ha sido importante, ya que han finalizado la imaginería del paso de Misterio con la incorporación de la última imagen secundaria de Sayón Romano, realizada en madera de cedro real y policromada al óleo por el cofrade de la hermandad e imaginero Jacob Quero Velasco.
Igualmente presentaron la finalización del tallado de la crestería del paso por el tallista José María Higuera González, la central del paso de misterio realizado por nuestro el hermano Francisco Salas, además del policromado de las cartelas central y laterales del paso de misterio, obra del imaginero cordobés Jacob Quero.
La hermana mayor de la cofradía de Los Molinos, María Dolores Céspedes, comentaba que han llevado a cabo un tremendo esfuerzo. “Hemos involucrado a todos los cofrades, simpatizantes y vecinos del barrio, pero estamos muy orgullosos del trabajo realizado”, explicó.
Minutos antes de la salida a la calle, el consiliario dirigía una reflexión a todos los integrantes de la estación de penitencia para llevarla a cabo con respeto y dignidad, y ser “Evangelio vivo para Almería”. Enseguida se abrieron las puertas del templo y comenzó a salir la cruz guía y los nazarenos.
Salida de los titulares
Nada más vislumbrarse la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia desde la calle, los vecinos de la Molinos enardecieron en aplausos y miradas fijas en su rostro, haciendo silencio para que la imagen se fuera haciendo con la calle, para saltar de nuevo en aplausos y vítores al Cristo desde debajo del paso y en las aceras, mientras sonaba la música de la Banda de Cornetas y Tambores Jesús de la Piedad en su Presentación, de Jaén.
Mientras salía a la calle el segundo tramo de costaleros, mantillas y la presidencia, el capataz general de la hermandad, Francisco Javier Jiménez, pedía una oración a su cuadrilla “porque hagamos una buena estación de Penitencia con la Virgen”, para dar paso al rezo de la salve y a la primera llamada para iniciar la maniobra de salida.
En esta ocasión, la expectación por ver a la Reina de Los Molinos en la calle había crecido de tal manera, que el gentío que abarrotaba las inmediaciones del templo irrumpió en una atronadora ovación, entre gritos, piropos y algunas lágrimas, mientras que la Banda de Música Los Iris, de Instinción, interpretaba el himno nacional y la cuadrilla finalizaba la maniobra y comenzaba su recorrido por las calles de su barrio, donde recibió el cariño de todos los vecinos y numerosas ofrendas de flores, entre ellas las de las religiosas de la Casa de Don Bosco.
Con mucho orden y seriedad, hicieron un gran desfile procesional sin pensar de momento en pasar por La Catedral.
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