Solemnidad en la procesión oficial de Almería, la cofradía del Santo Sepulcro

Solemnidad en la procesión oficial de Almería, la cofradía del Santo Sepulcro

Juan Antonio Barrios
22:45 • 30 mar. 2013

La iglesia parroquial de San Pedro, sede canónica de la Real e Ilustre Hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores, acogió la salida procesional de la cofradía del Entierro, hermandad oficial de la Semana Santa de Almería.

A las ocho en punto de la tarde se abría la puerta lateral que da acceso a la calle Ricardos para iniciar el desfile profecional, estando dirigido por su diputado mayor de Gobierno, Francisco Sierra. Tras la Cruz de Guía, escoltada por dos faroles y los nazarenos del tramo de Cristo, se situaron las presidencias de la Hermandad de la Santa Cruz del Voto, de Canjáyar, portando su estandarte corporativo. Le seguía la presidencia del paso de Cristo integrada por los secretarios de las hermandades del Santo Sepulcro y Nazarenos, cofradía con la que se encuentra hermanada.
El paso del Santo Sepulcro, en absoluto silencio y escoltado por la Policía Local con uniforma de gala, se hacía presente en las calles de Almería; paso que iba portado a trabajadera malagueña por una cuadrilla de portadores mixta y vestidos con túnica negra en señal de duelo.

Andrés García Lorca, subdelegado del Gobierno, y el subdelegado de Defensa, coronel Javier Ángel Soriano, acompañados de distintas representaciones de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, se incorporaron al cortejo procesional desde la misma iglesia de San Pedro, mientras que el obispo de la diócesis, Adolfo González; Manuel Pozo, vicario episcopal; y demás representaciones eclesiásticas se incorporaron a la procesión tras la Estación de Penitencia de la Catedral de la Encarnación, como tradicionalmente realiza. Por su parte, la representación política, encabezada por su alcalde, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, y diversos concejales de su equipo de gobierno, junto al vicepresidente de la Diputación, Javier Aureliano García; y el diputado nacional, Rafael Hernando lo hicieron por primera vez desde la Catedral.

“Estamos viviendo en esta procesión del Santo Sepulcro precisamente todo el proceso que Cristo está viviendo para darnos esa vida nueva. Y entonces Él ha estado en la Cruz, ha dado su vida por nosotros y al tercer día va a resucitar, presente en el Sepulcro porque la muerte y la vida están muy unidas y Jesús lo dijo: ‘Si el grano de trigo no cae en tierra y muere no da fruto’, por consiguiente el auténtico amor lleva consigo la vida. Por eso Cristo está dando su vida por nosotros, para que noso­tros tengamos ese don divino en Cristo, para que tengamos esa capacidad grande de la fe, la esperanza y el amor. Es una energía extraordinaria la que nos da Cristo de amar como ‘yo os he amado’, hasta dar la vida”, señala Esteban Belmonte, consiliario de la hermandad del Santo Sepulcro, que se encontraba en la presidencia de la cofradía, junto a su hermano mayor, Jorge Espinosa; y los hermanos mayores de la Hermandad de la Santa Cruz del Voto, Canjáyar, Juan José Sánchez; y de El Encuentro, Francisco Espinosa, hermandad hermanada con el Santo Sepulcro.

Uno de los momentos destacados de la procesión se produce ante la puerta lateral del convento de clausura de las Puras, desde donde las religiosas presencian el paso de las imágenes y tras la llegada del paso de palio, el hermano mayor y el consiliario se aproximan hasta el interior del convento para orar brevemente y agradecer las oraciones que durante todo el año le dedican a los integrantes de la cofradía oficial de Almería
Una noche más, la plaza de la Catedral volvió a reunir a muchísimos almerienses para presenciar la Estación de Penitencia, pero en esa ocasión, y como tradicionalmente realiza, la totalidad del cortejo pasó hasta el interior del templo, donde el obispo dirigió unos rezos, continuando posteriormente el desfile procesional hasta llegar al Paseo de Almería, donde se encuentra la Carrera Oficial de la Semana Santa capitalina.

El paso del Santo Sepulcro destacó por sobria elegancia estando adornado por discretos ramos de rosas rojas. Por su parte el palio llevaba en los costeros unas piñas de clavel de color rosa y en su parte frontal rosas de color blanco que realzaban la belleza de Nuestra Señora de los Dolores.

El manto que a principios del pasado siglo realizaron las religiosas de las Adoratrices de Málaga para la Virgen de la Paloma y posteriormente adquirido en Melilla volvió a lucir como una auténtica joya por sus bellos y originales bordados, sobre la Virgen de los Dolores, titular de la cofradía del Santo Sepulcro.

Por seguirillas, cambiando a toná o martinetes, en algunos casos, Antonio García, Niño de las Cuevas; Ana Mar García y María Canet fueron algunos de los saeteros que ofrecieron sus oraciones cantadas ante un público que llenó las calles de la ciudad, con saetas salidas desde la devoción mas profunda hacia los titulares del Santo Sepulcro.







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