Casi diez años de árdua búsqueda por todos los rincones de la provincia han dado sus frutos: la campaña Biodiversidad Domesticada del Grupo Ecologista Mediterráneo ha conseguido en este tiempo rescatar del olvido y de la extinción hasta 150 especies vegetales que han alimentado a los almerienses durante siglos, pero que están amenazadas por la llegada de semillas desde otras latitudes del mundo.
La uva es protagonista de excepción porque una especie con unas variedades esenciales en la historia de la agricultura almeriense han estado a un paso de pasar al olvido. Hoy 56 variedades propias de Almería se están reproduciendo en un parral de Terque y se han extendido a la provincia para ser replantadas y cuidadas.
Colaboración, El GEM no está sólo en ese trabajo de recuperación, ha encontrado una valiosa ayuda del Ayuntamiento de Terque,. que cedió y mantiene un parral, junto al pueblo, donde sobreviven las variedades históricas. Por otra parte el Museo de la Uva del Barco de Terque, y su director Alejandro Buandía, sumados de forma entusiasta a este proyecto, e incluso la Fundación Cajamar, que ha acogido con ilusión el proyecto de los ecologistas almerienses porque también tiene en su ADN la agricultura almeriense y ha dado apoyo a la campaña de rescate de las variedades históricas de frutas y hortalizas.
El protagonista. Antonio Rubio Casanova es, sin duda, el ‘alma mater’ de este plan de rescate y asegura que evitar la desaparición de especies autóctonas “es tan importante como que de esta forma mantenemos la identidad de esta provincia. Son plantas que nacieron y se adaptaron a este clima, a esta tierra y a esta gente, la nuestra, y es la garantía de disponer de nuestros recursos, más allá de la conveniencia de las multinacionales de las semillas que traen buenos productos, pero incapaces de aguantar en Almería si no fuera por los invernaderos”.
Un proyecto como este ha despertado además el interés de muchos investigadores y productores de todo el país que quieren disponer de las especies rescatadas por interés científico o por su utilidad, como es el caso de la zanahoria morada, buscada desde Navarra para utilizarla como colorante en sus afamadas conservas vegetales.
Variedades históricas. Las más de 150 variedades hortofrutícolas rescatadas durante los últimos diez años por el GEM forman parte del legado vegetal histórico de la provincia. De algunas de ellas se conocen por citas bibligráficas sus orígenes e incluso formas de cultivo desde hace más de mil años. El trabajo de los ecologistas y sus colaboradores consiste en evitar que un legado de ese valor y riqueza se pierda para siempre.
En torno al proyecto existe interés tanto científico como cultural o biológico y de ahí que hayam estado en contacto con instituciones como la Universidad de Almería, la Fundación Cajamar, la Junta de Andalucía o Coexphal, con interés en todos los casos por participar en una fundación o consorcio que refuerce el trabajo de los ecologistas.
Los siguientes pasos en esta tarea son condolidar el banco genético de Terque, para lo que contarán con el apoyo de la Fundación Cajamar, hacer una caracterización genética con mocroscopio de barrido de cada especie y seguir localizando especies amenazadas, algunas ya localizadas en zonas como los valles del Almanzora o el Andarax.
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