Denuncia que no puede ser madrina porque es lesbiana

Una mujer, vecina de Huércal de Almería, asegura que no pudo ser madrina de bautismo del hijo de unos amigos por ser lesbiana. El titular de la parroquia en la que se iba a celebrar el bautizo lo niega y afirma que él no pregunta sobre la condición sexual de los padrinos.

A M.M.López le parece “increíble” el hecho de que un cura le niegue ser madrina por el hecho de ser lesbiana. Según relata López, un pareja heterosexual muy amiga suya le pidió que fuera la madrina de su segundo hijo porque mantienen una gran amistad. “Acudieron al cura de la localidad de Viator hace unas semanas y les dieron mis datos.

El párroco les preguntó si estaba casada, a lo que mis amigos contestaron que sí. La siguiente pregunta que les hizo el cura fue si lo estaba por la Iglesia, les contestaron que, a pesar de ser católica, no porque estaba casada con una mujer”, explica López.

“El cura les dijo que no podía ser la madrina porque vivía en pecado”, explica. Ella se considera una mujer católica. De hecho, su hijo, a pesar de tener dos madres -su pareja y ella-, está bautizado y “no hubo ningún problema”.“Simplemente, mi mujer lo bautizó como madre soltera, aunque yo estuve presente en el altar”, aclara.

López asegura que nunca le había ocurrido nada parecido a sus 33 años. “Yo soy católica, mi hijo está bautizado y el día de mañana también me gustaría que hiciera la Comunión. Quiero que mi niño conozca la religión católica, tal y como a mí me han educado mis padres”, explica. Precisamente, por respeto a sus progenitores, creyentes y practicantes, prefiere contar esta historia sin querer ser el foco de la noticia. No quiere ser protagonista, pero sí contar que, por primera vez, se ha encontrado “las puertas de la Iglesia cerradas”. No obstante, asegura que “no todos los curas son iguales”. “El ejemplo lo tenemos con el bautismo de mi hijo en la Iglesia de San Roque. El párroco, del cual no recuerdo su nombre, no puso ningún problema”. “Yo siempre lo comparo con los bancos. A lo mejor vas a uno a pedir un préstamo y no te lo dan y luego vas a otro y, con los mismos requisitos que en el anterior, lo aprueban”, cuenta.

A pesar de todo, López incluso bromea con lo sucedido. “Cuando yo doy mi donativo en misa o marco una x en la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta, ningún cura me dice: tú no lo hagas que estás viviendo en pecado”, dice.

Ella está tranquila. Dice que no se siente discriminada, aunque sí un poco decepcionada. “Aunque no me dejen bautizar a la niña, yo le voy a tener el mismo cariño, diga lo que diga un cura”.

Versión del párroco                                                                                                                                        El párroco de la Iglesia del municipio de Viator, Jesús Tortosa, se desvincula de los hechos que denuncia M.M. López. En la entrevista que acostumbra a mantener con los padres de los niños que se van a bautizar en su Iglesia, el párroco se interesa solo por la fe de padres y padrinos.

En lo que respecta a este debate, Tortosa no recuerda haber tenido ningún caso de este tipo. “A mí no me importa, no pregunto la condición sexual. Eso es algo de cada uno”, zanjó a LA VOZ.

Los requisitos para poder ser padrino                                                                                                            Según la Diócesis de Orihuela, quien va a recibir el bautismo tiene que tener un solo padrino o una sola madrina, o uno y una. Por tanto, no pueden ser padrinos dos varones o dos mujeres. Tampoco lo pueden ser el padre o madre de quien se va a bautizar.

Otro de los requisitos es que el padrino ha de tener cumplidos los 16 años. También que debe ser católico. “El bautizo que pertenece a una comunidad eclesial no católica solo puede ser admitido junto con un padrino católico, y exclusivamente en calidad de testigo del bautismo”.

Asimismo, debe estar confirmado y “llevar una vida congruente con la fe”. No pueden ser padrinos quienes están en una situación matrimonial irregular: quienes viven en unión de hecho, el católico unido civilmente o quien se ha divorciado y casado de nuevo.

El Papa Francisco sobre los gays: “¿Quién soy yo para criticarlos?”                                                                       El Papa Francisco ha roto de algún modo uno de los grandes tabúes de la Iglesia Católica: la homosexualidad. Hace unas semanas que el Sumo Pontífice, durante una conversación con los periodistas que viajaban con él de regreso a Roma tras su visita a Brasil, habló por primera vez  de los divorciados y homosexuales de una forma bastante abierta, a diferencia de lo que había sucedido hasta ahora por parte de sus antecesores al frente  de la misión pastoral.

“Hay que tener siempre en cuenta a la persona. Dios acompaña a las personas y es nuestro deber acompañarlas a partir de su condición con misericordia”, apuntó. “Una vez una persona para provocarme me preguntó si yo aprobaba la homosexualidad. Yo entonces le respondí con otra pregunta: dime, Dios cuando mira a una persona homosexual ¿aprueba su existencia con afecto o la rechaza y la condena?”, explicó a modo de anécdota el Papa Francisco. “Si una persona gay busca al Señor y tiene la buena voluntad ¿Quién soy yo para criticarlo?”, continuó.

“El problema no es tener esta orientación. Debemos ser hermanos. El problema es hacer lobby con esta orientación o los lobbies de gente codiciosa, los lobbies políticos, los lobbies masones, tantos lobbies... Este es el peor problema”, continuó.

En otra ocasión, el Papa Francisco volvió a reafirmar sus palabras. “En Buenos Aires recibía cartas de personas homosexuales que son verdaderos heridos sociales porque me dicen que sienten que la Iglesia siempre les ha condenado. Pero la Iglesia no quiere hacer eso. La religión tiene derecho de expresar sus propias opiniones al servicio de las personas, pero Dios en la creación nos ha hecho libres: no es posible una injerencia espiritual en la vida personal. Cuando sucede así, el Espíritu Santo inspira al sacerdote la palabra oportuna”.

A pesar del aperturismo del papa Francisco, son muchos los que rechazan este tipo de comportamiento. “La homosexualidad tiene cura, se puede sanar”, aseguró el obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Plà. Incluso la Diócesis de Alcalá de Henares ofrecía una atención directa a todos los homosexuales que quieran dejar de serlo.

Asimismo, el cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Antonio María Rouco Varela, utilizó la apertura de una asamblea para ofrecer su  colaboración y el apoyo espiritual de los católicos al Gobierno del PP. Además, Rouco afirmó que la cultura familiar estaba “gravemente herida” en España por el alejamiento de Dios.