Cuando Rafael Escuredo gobernaba Andalucía (1979-1984), la mayoría de los almerienses aún no se ha habían instalado en el Estado del Bienestar. Eran aún tiempos iniciáticos de brasero de picón, de sustituir alcantarillado por pozos ciegos, de empedrar caminos rurales.
Ahora, 30 años después, un alto porcentaje de esa Arcadia feliz del bienestar se ha vuelto a ir por el retrete: cinco años de recesión económica galopante han actuado como cisterna.
Cátedra Ayer estuvo Escuredo en Almería, en el centro histórico del Hotel Catedral, junto a la pétrea Seo, hablando sobre crisis económica y Estado de Bienestar. El expresidente andaluz participó en la presentación del primer libro que edita la Cátedra de Estudios sobre Andalucía de la UAL que lleva su nombre.
Estuvo acompañado por el rector, Pedro Roque Molina, la delegada del Gobierno, Sonia Ferrer, y el presidente del Consejo Consultivo Andaluza, Juan Cano.
En el volumen participan el vicepresidente andaluz, Diego Valderas, el jurista Miguel Rodríguez-Piñero (uno de los padres de la Constitución), el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Santiago Herrero, el ex secretario general de UGT en Andalucía, Manuel Pastrana, o el ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra.
El Museo del bienestar Sonaba grave a la hora del desayuno de media mañana, en los sótanos del hotel, la voz de Escuredo, con la cabeza blanca como la de un senador romano. “N0 quiero ser dramático ni pesimista, pero al paso que vamos, nuestra sociedad de bienestar se puede convertir en objeto de museo”.
El estepeño situó el inicio de la crisis actual en las políticas conservadores y ultraliberales que, en su día, implementaron los gobiernos de Ronald Reegan en Estados Unidos y Margaret Tatcher en Inglaterra, al servicio del estamento financiero.
El veterano político andaluz ha afirmado también que “no tiene memoria” de haber vivido en su larga trayectoria una situación como la actual.
“La corrupción permanente y la lujuria del dinero nos han traído hasta aquí y nos ha colocado a unos niveles de renta como quince años atrás. Todo este conjunto de contradicciones, de agujeros negros, de escándalos, de que el 40% de la población española viva en el umbral de la pobreza, es una situación muy triste. Los excesos cometidos en el pasado nos han traído la desolación actual”, ha dicho.
Escuredo, que ha calificado la marca España como “la marca de la vergüenza”, ha acusado también al Gobierno de querer “acabar” con la CEOE y los sindicatos: “quieren prescindir de ellos y no se dan cuenta de lo necesarios que son para alcanzar políticas de acuerdo”.
“A la mínima señal de corrupción, el político tiene que ir a la calle. Lo que pasa es que en nuestra época eran carteristas y ahora son mafias organizadas”, apuntó ayer el ex presidente.
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