Reunión el lunes para tratar la seguridad en las playas

El pasado mes de agosto, Ayuntamiento de Níjar y Junta de Andalucía acordaron abordar en septiembre la seguridad en las playas no urbanas del Parque Natural de Cabo de Gata tras los sucesos vividos este verano en la costa nijareña y la preocupación al respecto de bañistas y turistas. Una reunión que ya tiene fecha y hora. Será el próximo lunes, a las 9:30 horas, en el Ayuntamiento de Níjar.

Así lo ha confirmado la alcaldesa de Níjar, Esperanza Pérez, quien tratará este asunto con la delegada del Gobierno en Almería, Sonia Ferrer. Ambas administraciones analizarán lo ocurrido este verano en las playas nijareñas, en las que ha habido varias muertes, y plantearán soluciones de cara a la próxima temporada estival.

La regidora nijareña ha señalado que el equipo de Gobierno presentará a la Junta de Andalucía propuestas, de la que no quiso avanzar nada. “Buscamos llegar a un consenso entre las dos administraciones para actuar en una de las zonas más turísticas de la provincia, como es el Cabo de Gata”, ha apuntado.

“Mantendremos una reunión, que consideramos necesaria, para acordar las actuaciones que necesitamos de cara al próximo verano”, ha declarado la alcaldesa.

Más de una decena de personas han muerto este verano en las playas de la provincia, muchas de ellas en el Parque Natural de Cabo de Gata. Unos hechos que han avivado el debate sobre la necesidad o no de que exista vigilancia en las playas no urbanas, que hasta ahora no existe. Ya son numerosas las personas y colectivos que apuestan por ello para evitar de alguna forma que se produzcan ahogamientos en estas playas.

Banderas y carteles informativos
Tras los sucesos acaecidos este verano, el Ayuntamiento colocó a finales de agosto banderas en seis playas y calas no urbanas para advertir a los bañistas del estado del mar. También instaló paneles informativos en tres idiomas en los que se recuerda que son playas “no vigiladas” y con “riesgo de resacas y oleaje moderado”. Todo ellos con el objetivo de concienciar a los usuarios de los peligros que pueden encontrar en la costa. Unas medidas que llegaron después de que se sucedieran varios sucesos en las playas, algunos de ellos mortales.