Roquetas intenta recuperar la serenidad

Roquetas de Mar recupera poco a poco a la normalidad. Una normalidad que no llega a ser absoluta porque si bien los vecinos de la carretera de La Mojonera salieron a la calle durante todo el día de ayer como cualquier sábado, efectivos de la Guardia Civil en la zona les hacía recordar que la calma aún no es absoluta y que la tensión aún es palpable por el apuñalamiento mortal de un inmigrante de 41 años, natural de Guinea Bissau, por un grupo de étnica gitana y los posteriores episodios violentos de protesta por parte de unos 300 inmigrantes subsaharianos con quema de contenedores y vehículos, lanzamientos de piedras e intentos de linchamiento de los presuntos autores materiales del asesinato. Durante toda la jornada de ayer se mantuvo en la zona, en la calle Valle de Oratava y adyacentes, un amplio dispositivo de seguridad con varias decenas de efectivos de la Guardia Civil. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado mantenían cercada la vivienda en la que viven los presuntos autores del asesinato, impidiendo que se acercara cualquier persona que no fuera residente.

Comercios cerrados Asimismo, los comercios más cercanos al área del suceso permanecieron cerrados durante todo el día de ayer por recomendación de la Guardia Civil. Algunos de ellos tenían las “huellas” de la batalla campal que tuvo lugar en la madrugada del viernes y en la que participaron cientos de inmigrantes, como es el caso del conocido establecimiento ‘Muebles Moreno’, que presentaba uno de sus escaparates destrozado por el lanzamiento de una gran piedra. 

Según ha podido saber LA VOZ, los familiares de las presuntos asesinos habrían abandonado la vivienda, también siguiendo el consejo de la Guardia Civil. 

Investigación Por otro lado, fuentes de la Subdelegación del Gobierno de Almería han confirmado que "aún no se han producido detenciones”. 

La Guardia Civil continúa la investigación con el objeto de tratar de dilucidar las circunstancias exactas que han rodeado al suceso y las causas del mismo, además de localizar a los presuntos asesinos del inmigrante.

El alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat,  ha abogado por la necesidad de dejar actuar a las fuerzas de seguridad para que esclarezcan el fallecimiento del hombre de Guinea Bissau por un supuesto apuñalamiento en la madrugada de este viernes, y por lo que ha incidido en que "no se puede criminalizar a un colectivo por un hecho aislado".

El primer edil roquetero y también presidente de la Diputación de Almería ha asegurado este sábado, durante su visita a la zona, que ya está "todo controlado" y "en calma", pues además de reunirse con los familiares de la víctima, Amat ha asegurado que también ha hablado con los representantes de las asociaciones y con el embajador de Guinea en los mismos términos de mantener la calma y dejar actuar a los agentes.

Vecinos de El Puche Según ha apostillado el alcalde, "al parecer fueron personas llegadas de fuera las que provocaron los incidentes", pero ante ello "debemos esperar a que la investigación siga su curso, porque todo va a quedar clarificado". En este sentido, algunos de los vecinos con los que ha podido hablar LA VOZ han asegurado que los presuntos asesinos llegarón al barrio procedentes de El Puche (Almería).

Por otro lado, y al respecto, el subdelegado del Gobierno en Almería, Andrés García Lorca, ha explicado que la situación es "de absoluta normalidad", tras los incidentes que tuvieron lugar en la tarde de este viernes.Durante el sábado, "se ha patrullado por el casco urbano de Roquetas sin apreciarse ningún problema", ha indicado el subdelegado, quien ha apostillado que se mantiene la vigilancia, y ahora se está trabajando en poder "dar sepultura o repatriar el cadáver del ciudadano de Guinea fallecido".

Exclusión Por su parte, el director de Almería Acoge, Juan Miralles, ha lamentado  los "inadmisibles" hechos que se han producido en Roquetas. Miralles ha criticado "la falta de inversiones en zonas concretas con un alto grado de exclusión social", como es el caso de determinadas zonas del municipio del Poniente, entre ellas la barriada de Cortijos de Marín.