La Feria está en el Mediterráneo. La UD Almería regresó a casa, con el cariño de su gente, y no quería decepcionar frente a un Real Oviedo que dejó detalles de equipo trabajado, obrero, que va a dar muchos quebraderos de cabeza en la categoría. Pero Rubi tiene una plantilla diferente, que anda sobrada de calidad, y si a eso se le une la confianza y el desparpajo de competir con público, muy pocas cosas pueden salir mal.
No fue una noche brillante como la de Cartagena, porque hubo que bajar al barro para romper las líneas del Real Oviedo. Muy pronto, a los cuatro minutos, la presión rojiblanca surtió su efecto. Umar Sadiq roba cerca de la frontal del área y cede a José Carlos Lazo, que con el brazalete de capitán hacía el primero de la noche. Las voces de los 4.100 espectadores retumbaban de nuevo, la música del gol a todo volumen, todo era perfecto en el estreno.
El susto
Cuando el Almería dominaba con y sin balón, el Real Oviedo encontró una vía del gol gracias al balón parado. Un centro de Pierre se termina cerrando junto a la línea de fondo, Fernando y Akieme no se deciden a despejar y es Obeng quien marca. Un error más grave que el de Cartagena, pero ahí se terminó el caudal ofensivo carbayón. Ese orden del que tanto hablaba Rubi no se perdió en ningún momento. Un accidente que terminó en el empate.
Faltaba velocidad en la circulación de balón, con Curro Sánchez, Samú Costa y Lucas Robertone moviéndose por todo el campo buscando generar carriles a los extremos. Era el cóctel esperado por Ramazani, el hombre de la noche pese a no marcar gol. El belga fue la pesadilla del Oviedo, encarando, marchándose y asistiendo a los compañeros. Este chaval es dinamita.
Se acercaba el descanso y en lugar de levantar el pie del acelerador, el Almería se fue arriba. Ya avisó con un disparo de Akieme y un gol anulado a Sadiq. Después de tanto insistir, llegó otra alegría. Curro, Sadiq y Ramazani presionan cerca del área, Robertone caza la pelota y la manda a la red con maestría y potencia. Ese sería el golpe definitivo al encuentro.
Tranquilidad
Faltó más decisión en la segunda mitad para sentenciar, aunque para Rubi es muy importante mantener el orden y el Oviedo, que metió todo lo que tenía arriba, con Bastón, Montiel, Jirka... apenas inquietó a Fernando. Por su parte, Sadiq pudo sentenciar en una acción individual. En el descuento solo un saque de esquina puso la tensión por las nubes.
Pitó el final Hernández Maeso y no parecía la jornada 2, sino la última, por el grito de júbilo de los aficionados y de los propios futbolistas. Los puntos valen igual ahora que dentro de un mes, pero a la espera de la jornada el Almería es el único que ha ganado los dos partidos y se encuentra en lo más alto de la categoría.
Disfrute
En tiempos de Feria, que este año sigue marcada por la pandemia, la fiesta total se vivió en el Estadio, pero no con todos los abonados dentro por las restricciones. El Almería ha mejorado una barbaridad con y sin balón. Si no hay sorpresas en forma de salidas y consigue traer una o dos piezas que necesita -eje de la zaga y ataque-, hay motivos para soñar. Cinco goles a favor y dos en contra. Así da gusto volver a vivir el fútbol con los aficionados.
FICHA TÉCNICA
UD ALMERÍA Fernando, Juanjo Nieto, Chumi, Martos, Akieme, Samú Costa, Robertone (De la Hoz, 78’), Curro Sánchez (78’), Lazo (Portillo, 59’), Ramazani (Appiah, 88’), y Umar Sadiq.
REAL OVIEDO Femenías, Lucas, David Costas, Dani Calvo, Pierre, Jimmy, Sangalli (Álex, 75’), Borja Sánchez (Bastón, 57’), Javi Mier (Montiel, 76’), Viti y Obeng.
GOLES 1-0, min 4: Lazo. 1-1, min 15: Obeng. 2-1, min 46: Robertone.
ÁRBITRO Hernández Maeso.
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