Este es mi entrenador

La opinión del día: El entrenador es la figura del fútbol capaz de decir una cosa y la otra al mismo tiempo. Capaz de justificar una goleada y sacar pecho por un gol de churro. Los he conocido de todos los tipos pero solo hay uno que es el mío.

Cuando un día Blanes firmó a un entrenador que veía una plantilla capacitada y en Navidad le pidió 5 jugadores me di cuenta de qué va esto de los banquillos. Todos viven de los resultados pero hay técnicos que tienen sello y dejan huella.

No me valen los entrenadores que tienen un vestuario sobrado para conseguir los objetivos y van a la rueda de prensa henchidos de gozo por ganar y ganar y volver a ganar. Mi técnico no se lleva en estos tiempos porque es aquel que le saca la púa al trompo.

Culo tapado

En mi catálogo de entrenadores siempre aparecen esos que firman lo mejor y ponen al club en jaque económico para que su puesto no peligre. Van en un Ferrari por la Liga y su culo siempre tapado por la calidad.

Son los que acaban buscando la ruina a los clubes hipotecando las cuentas y justificando el fracaso si llega por culpa de otro. Jamás se equivoca y tiene a las estrellas contentas y en su mano. He conocido unos cuantos en el UD Almería. No muchos por fortuna.

A ver fútbol

Son los que llegan para salvar una situación y a los pocos meses de la siguiente temporada los tienes que echar porque no cumplen los objetivos. Acomodados en la posición de ‘grajo’, trabajan unos meses y luego: “a ver fútbol” dicen.

Todos sabemos que en la Liga Profesional hay ‘salvavidas’ que te cobran una pasta por salvar los muebles y te piden otro año de contrato que se acaba en noviembre. Tienen su ciclo corto.

Obreros

Estos son los que siempre han triunfado en Almería. Aquellos que le das una plantilla y le sacan todo el rendimiento. Trabajan con lo que tienen y hasta sacan jugadores de la cantera y le meten dinero a la entidad.

Ellos no se quejan porque le han vendido a un jugador. Ellos saben que tienen menos margen que los de culo tapado y se aplican el cuento desde el minuto uno. Mi entrenador es el que trabaja con lo que tiene. No se queja y logra resultados.

Mi entrenador es un obrero: todo lo demás no cuenta.

Coloquen ustedes a Rubi en el grupo que prefieran.

Yo lo tengo claro.