Melero ya es el director de la orquesta

No todo son malas noticias en el Almería. El partido de Sevilla en el Benito Villamarín confirma a Melero como el nuevo director de orquesta dando juego, ordenando y asistiendo para el gol. Todo lo que prometía el centrocampista formado en el Real Madrid se está dando en los minutos que tiene con la camiseta rojiblanca.

En el debe de Melero está su estado de forma que siendo bueno no le da para acabar el partido pese a que en Sevilla era sustituido en su mejor momento y tras darle un pase de gol a Touré. No ha sido un jugador de escaso minutaje el volante madrileño y sabiendo Rubi todo lo que le aporta al equipo seguro que frente al Girona será titular y tomará el mando de las operaciones.

Amplitud

El equipo ha cambiado desde que Melero va entrando y los minutos que ha disputado ha sabido ordenar el juego y ser la prolongación del entrenador. Sabe bien cuando hay que darla de primera y cuando debe de girar sobre su eje para pasar la pelota.

Pierde pocos balones y eso que ahora se llama la transición la realiza a la perfección y le da al equipo una amplitud que le hace llegar en tres o cuatro pases al área rival y crear situaciones de gol.

Melero es el que dirige al equipo y sabe marcar el tiempo de cada jugada en función del rival. Ha sido uno de los aciertos en el mercado y se confirma. 

Pisa el área

Contra el Rayo tocó la pelota para dejarla en la bota de Touré y éste anotaba el tercero del Almería como en Sevilla le daba otra asistencia para dejarlo solo ante el portero del Real Betis.

Dos pases de gol y mucha presencia en el área rival va en su corta hoja de servicios en el equipo de Rubi, dando una marcha más a la medular y compenetrándose bien con los compañeros. Su primer gol con el Almería está cerca.

Los 90 minutos

La sustitución en Sevilla no le vino bien al equipo. Salía Melero en el mejor momento del Almería y el equipo lo acusó. Él también que se fue contrariado al banquillo sin entender el por qué que la sustitución.

Para Rubi el cambio se debía a que estaba ya casi al límite, cuando Melero es un jugador de 90 minutos que necesita el equipo para marcar los tiempos.